Cómo podría haber sido Michael Jackson si no se hubiese hecho ninguna operación

Michael Jackson es toda una leyenda de la música y, a 13 años de su muerte, el legado que ha dejado en el mundo del espectáculo es inmortal. A pesar de que ya ha pasado un tiempo desde que falleció, se ha convertido en un tema de lo más recurrente, debido a documentales como «Leaving Neverland», de HBO, especulaciones y nuevos datos sobre su muerte.

El artículo de hoy se centra en uno de sus grandes errores, que él mismo reconoció en más de una ocasión: sus múltiples visitas al cirujano plástico, que le quitaron sus rasgos, su cara, e incluso su etnia.

Pero como toda historia, la de Jackson también tiene un principio. El artista fue criado entre maltratos por su padre, quien no solo le agredía como método de enseñanza, sino que además se encargó personalmente de minar su amor propio, avergonzándole constantemente por tener una nariz grande.

De esta manera, cuando Michael se vio en edad de comenzar a tomar sus propias decisiones sobre su físico y cuestiones estéticas, decidió que solo se iba a hacer un pequeño retoque de nariz (sí, todo esto fue motivado por su padre).

Una vida llena de cirugías

Lo que comenzó solo como eso, acabó convirtiéndose en una espiral de operaciones que se iban sumando con la intención de arreglar los desastres de las anteriores, y con el paso del tiempo, además pretendían esconder la edad del artista.

Finalmente, las operaciones que más resaltaron fueron el blanqueamiento de piel, que le hizo perder su etnia y se volvió un tema de lo más controversial por considerarse un rechazo hacia la raza negra.

Pero parece que muchos se olvidan que entre su menú de quirófano también se encontraba bótox en las mejillas y relleno de labios (entre otras que no se dieron a conocer, o no sonaban tan llamativas).

Problemas de salud

El problema viene cuando las cuestiones estéticas comienzan a afectar a la salud. La operación de nariz, por ejemplo fue un gran golpe, debido a que el resultado final fue tan reducido que acababa atascando las vías nasales, produciendo cambios en la voz y en la capacidad respiratoria del artista. Además, los procesos de blanqueamiento de piel son muy arriesgados por lo que se desaconsejan totalmente.

El documental ‘The 10 Faces of Michael Jackson’, dirigido por Jill Cumberbatch, hizo una reconstrucción de cómo se vería el artista, ya en su fase más adulta, si no se hubiera sometido ni una sola vez a las manos de su cirujano… Y este fue el resultado luego de haber editado teniendo en cuenta su aspecto anterior a las operaciones, junto con la evolución y crecimiento natural de la cara.

 

¿Qué os ha parecido la «verdadera» cara de Michael Jackson? 

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Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: