Carlota Boza confiesa quién fue su amor platónico de LQSA

Carlota Boza se ha convertido en una de las actrices más mediáticas de nuestra televisión. Lleva un tiempo que, cada vez que concede una entrevista, nos regala un buen puñado de titulares que nos ofrecen bastante información sobre la serie que la hizo famosa, pero también sobre su vida privada, de la que no sabíamos casi nada hasta hace poco.

Y es que Carlota ha convertido su canal de Mtmad en el mejor sitio para ir si quieres echar la tarde y descubrir algunos secretillos sobre ‘La que se avecina’ que, a lo largo de sus 12 temporadas, ha dado para mucho, tanto para nosotros como espectadores, como para los artistas implicados.

Recordemos que Carlota debutó en el mundo de la interpretación en la serie de los hermanos Laura y Alberto Caballero cuando tenía tan solo 5 años. Desde ese preciso momento, gracias a su madurez y perspicacia, se convirtió en uno de los personajes más emblemáticos del elenco y no se ha saltado ni una sola de las temporadas.

La hija de Maite y Amador en la ficción ha crecido ante nuestros ojos y, en las últimas temporadas, ya hemos podido ver que poco o nada queda de aquella niña que tantas risas nos sacó y que, ahora, estamos ante una adolescente hecha y derecha.

Hace unos días, la actriz contó en ‘La habitación de Carlota’ algunos secretitos más ‘íntimos’ de su paso por la serie y, ahí, reveló quién fue su amor platónico durante la misma… y lo cierto es que nos hemos llevado una gran sorpresa.

Sorpresivo amor platónico

Lo primero que hizo fue contar que, de pequeña, su prototipo de ‘chico perfecto’ era moreno y de pelo largo… y esto encajaba con tres personas: Rafa Nadal, de Julio José Iglesias… y de Alberto Caballero, el creador, productor y director de la serie. Y su jefe, en definitiva.

«Esto me duró como hasta los ocho años o así, no duró más. Es que eran muy mayores para mí, eso no iba a tirar a ningún lado.», reconoció la artista entre risas (y algo avergonzada).

«De vez en cuando, Alberto bajaba al plató en vez de quedarse en las oficinas, y yo lo veía y decía: «es que es tan guapo, como Rafa Nadal o Julio José». Alberto Caballero con veinte años era muy guapo, ahora también es guapo, pero cuando tenía veinte años era mi tipo totalmente«, pero, por lo visto, todo cambió cuando Alberto pasó por el altar y Carlota tenía ocho años: «bueno pues ya está, ya termina aquí todo, porque ya se ha casado pues no puedo tener nada con él nunca jamás», pensó ella por aquel entonces.

A vosotros, ¿qué os ha parecido la historia de Carlota?

Si os ha gustado este artículo recordad que más abajo podéis disfrutar de otros que, con casi total seguridad, os resultarán igualmente entretenidos… o eso esperamos, porque la verdad es que los hemos hecho con mucho cariño.

Fuente: Mundo Deportivo.

Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: