Narcisista del Bronx llama loca a su cita y terminan discutiendo en el ‘reservado’

Frederick, dominicano de 29 años criado en el Bronx, llegaba al restaurante del amor sintiéndose como «el rey del planeta, el próximo presidente del mundo, un fucking king». En el amor, aseguraba merecer «la reina del mundo porque él es un rey» y no entendía por qué llevaba tantos meses sin mantener relaciones.
Poco después llegaba Isabel, una joven de 21 años nacida en Guinea Ecuatorial a la que de primeras Frederick le pareció «muy atractivo». Él, por su parte, decía que era muy sexy, pero «no tan guapa a lo que estaba acostumbrado«.

Red flags para Isabel

A medida que la cita fue avanzando, Isabel se fue echando para atrás al conocer la forma de ser de Frederick. El dominicano le comentó que la notaba «rara» como si tuviera «un muro en su mirada». Ella argumentaba que le costaba soltarse y fue entonces cuando él empezó a echarse flores una y otra vez, algo que a ella le gustaba. «Tiene el ego muy marcado, pero a mí me gustan los chicos que van muy sobrados», decía Isabel en una sala aparte.
Frederick decidió ser sincero con ella y afirmó «estar fatal de la cabeza», ser «horrible» y «un demonio», algo que hizo reír a Isabel, que captó el tipo el perfil que tenía Frederick al momento. «Tiene algunas cosas que me recuerdan a situaciones que no me gustarían repetir. Él no ha hecho nada raro, pero yo he captado eso y no quiero repetir cosas», confesaba en la sala.

Y llegaron las preguntas ‘atrevidas’

Frederick era el que llevaba las riendas de la conversación durante toda la cita, pero quería conocer más a su cita y le preguntó si era abierta en el sexo. Para su sorpresa, Isabel respondió que no le importaba que la vieran manteniendo relaciones. «No hablaba mucho pero le saqué lo que quería saber», decía él encantado en otra sala.
La ronda de preguntas seguía: «¿qué es lo que te da morbo?», le preguntaba. «Las manos, los brazos… me gusta que se vean las venas», reconocía ella. «Esta chica está loca«, soltaba él. Otra respuesta que, para Isabel, cuadraba en la opinión que se había formado él y lo que le transmitió durante toda la cita.
Posteriormente la cita se trasladó al reservado y la cosa no acabó del todo bien, sobre todo para Frederick, que no se esperaba ser rechazado por su cita.
¿Qué os ha parecido la cita entre Frederick e Isabel? ¿Qué os ha transmitido a vosotros?

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Fuente: cuatro

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