La incompatible cita entre un «cayetano» y una «choni» acaba con un final inesperado

Raquel, estudiante de Veterinaria de 24 años de edad, visitaba el restaurante de First Dates asegurando que «se dejaba llevar por chicos que no le convienen mucho». Buscaba una persona «muy esporádica» e «impulsiva» para hacer planes de imprevisto y, físicamente, que fuera más alta que ella.

Su cita era Ferran, ingeniero de 27 años de edad que no tuvo una muy buena impresión al ver a su cita, ya que tenía diferentes expectativas: «Sabía que me iban a traer a alguien que no me iba a gustar. Es un poco choni, quizá eso de primera vista me ha echado para atrás porque me considero más pijo, formal, elegante a la hora de vestir (…) Hubiera preferido una chica un poco más señorita«.

Incompatibilidades por doquier

Ya en la mesa, conversaron sobre diversos temas como, por ejemplo, sobre si tenían mascotas. Raquel tenía perros y gatos, pero él no tenía ninguna, algo que a Raquel le impactó: «eso no lo he llegado a entender, me ha parecido extraño». Él intentaba explicarse: «siempre he querido tener un perro, pero mis padres no querían», confesaba él. «Ahora lo pienso y un perro da mucho trabajo. Punto negativo, ¿no?», le preguntaba Ferran al ver su reacción.

Raquel le explicó que se hizo vegetariana al ver cómo trataban a los animales en los mataderos, algo que él no compartía: «Intento hacer caso omiso a eso. Si me quitas un entrecot, me estás quitando la vida», decía en una sala aparte. Él prefería hacer caso omiso a esos temas, un comentario que no le gustó a Raquel: «En la ignorancia se vive muy bien«, le soltó.

En un momento determinado de la cita, Raquel fue al baño y aprovechó para llamar a una amiga y contarle cómo estaba yendo la cita: «Es guapo, pero va con su pelito de pijillo. Es un Cayetano. Cayetano y catalán», le explicaba entre risas. Y es que, para Raquel, eran incompatibles: «yo cuando lo he visto con ese pelo, esa camisa… vamos a ser completamente lo contrario«. Otro punto negativo era que «no tenía mascotas»… pero la cita iba a dar un giro inesperado.

La importancia del interior

Parecía que el desenlace de la cita estaba claro, pero quedaba tiempo por delante y, sobre todo, conversación. A medida que fueron hablando y conociéndose más, Raquel y Ferran se dieron cuenta de que se parecían más de lo que pensaban: a ambos les encantaba hacer cosas, y el hecho de que él fuera muy organizado y estructurado le gustaba a Raquel. «Soy una persona un poco descentrada y alocada, él es muy organizado en sus cosas y creo que me vendría bien en ese aspecto«, reconocía la joven. 

También tuvieron tiempo para hablar sobre sexo, algo con lo que a ambos les gustaba ser cautos en la primera cita. La decisión final, viendo cómo empezó todo, sorprendió a más de uno.

¿Qué os ha parecido la cita? ¿Os esperabais este desenlace?

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Fuente: cuatro

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