El gran cambio físico de Íñigo González, concursante de ‘Gran Hermano 1’

La televisión experimentó una de sus mayores revoluciones cuando en año 2000 Telecinco estrenó la primera edición de ‘Gran Hermano’. 10 concursantes anónimos entraron en la casa de Guadalix de la Sierra para vivir una experiencia que cambiaría su vida de la noche a la mañana. Ninguno sabía lo que sucedería, pero aquel «experimento sociológico» terminó siendo un éxito de grandes dimensiones sin precedentes.

Los concursantes se convirtieron en verdaderas estrellas y, desde entonces, los realities llegaron a la pequeña pantalla para quedarse. La periodista Mercedes Milá fue la valiente y mítica presentadora de este programa que quedó grabado en la retina de todo un país. Más tarde conocimos a cientos y cientos concursantes más, pero los de la primera edición son inolvidables para el gran público.

Iñigo participó en ‘GH1’ cuando tenía 23 años

Después de varios meses de concurso, Ismael Beiro se alzó como el ganador indiscutible de esa primera edición y cuando salió de la casa, los platós distintos platós de Telecinco estaban llenos de compañeros suyos. Entre todos ellos se encontraba Íñigo González, uno de los participantes más carismáticos. El joven entró al programa cuando tan solo tenía 23 años, venía de Ceuta y tras 35 días encerrado en la casa fue el quinto expulsado.

A lo largo del programa, el concursante protagonizó varias discusiones, la mayoría de ellas por no mostrar mucho interés a la hora de hacer las tareas de la casa. Una de las cosas que le hizo más popular fue su mítico polo verde que lució una gran cantidad de días y que hizo que hoy en día los espectadores sigan recordándole. Cuando salió de ‘Gran Hermano’, fichó como colaborador de programas como ‘Crónicas marcianas’.

Pero ya han pasado más de 20 años desde aquel momento. La mayoría de los concursantes viven lejos de las cámaras y muchos han vuelto casi a su vida de anónimos. En el caso de Íñigo, tiempo después terminó la carrera de periodismo y llegó a escribir libros como ‘Borrachos de fama’ o ‘Mercenarios de la tele’. Además, también se graduó en Estudios árabes e islámicos y cursó un máster en Dirección de Comunicación Empresarial.

Actualmente es profesor en la Escuela Oficial de Idiomas

Ahora, el concursante trabaja como profesor en la Escuela Oficial de Idiomas de El Ejido e incluso es el jefe del departamento. Lo cierto es que muchos concursantes de realities tienen problemas para rehacer su vida cuando la fama se esfuma, pero en el caso de Íñigo ha sabido salir adelante con el paso del tiempo.

En sus redes sociales, el concursante sigue recordando muchos momentos de su paso por televisión y es que al final es evidente que la experiencia les marcó mucho a todos ellos. Además, Iñigo enseña muchos momentos de su vida actual y le gusta interactuar con todos sus seguidores.

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Fuente: La Vanguardia

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