El pasado miércoles, Sergio y MarÃa protagonizaron una de las citas más surrealistas que hemos visto en el restaurante de First Dates. Sergio, un peluquero barcelonés de 42 años de edad, llegaba al programa con una carta de presentación muy curiosa: «Antes trabajaba en la mar, era patrón. He trabajado de maquillador de muertos (…). Mi vida ha sido divina de la muerte, mejor que nadie. Ni el rey de España«, decÃa.
La quiromancia entra en escena
Su cita era MarÃa, una mujer de 51 años que trabajaba como asesora de belleza. «Soy una persona muy camaleónica, me adapto a cualquier tipo de situación, ya sea en los infiernos o en las altas esferas«, expresaba. Esto quedó más que demostrado en la cita…
Nada más ver a MarÃa, Sergio le comentó que sabÃa leer la mano y, a pesar de que a ella «le daban respeto estas cosas», al final accedió. «En esos dedos se mide la sexualidad. Tienes muy pocas rayitas«, le decÃa antes de enseñar las que él tenÃa. «No me importa hablar de la sexualidad, pero que nada más cogérmela me diga ‘las rayitas de aquÃ…'», expresaba ella en otra sala.
Ya en la mesa, MarÃa le preguntó cómo le gustaban las mujeres: «Como tú. FÃsicamente me gustan más gorditas», expresaba. Seguidamente, le decÃa que uno de sus requisitos era que su pareja quisiera tener hijos. «Yo tengo hijos pero no reconocidos… he sido donante de esperma», comentó, algo que lógicamente no le gustó a MarÃa: «en la vida se me ocurrirÃa decir que tengo hijos por ahà no reconocidos porque he sido donante«.
Pero todavÃa quedaba otra bomba: «Los hombres podemos toda la vida. Las mujeres casi no podéis tener hijos. ¿Por qué hay esto de óvulos? Porque las mujeres no son fértiles«. MarÃa, asombrada, le preguntaban el porqué: «la polución, la contaminación hace mucho».
«LAS MUJERES NO SON FÉRTILES»
¿Pasado ‘pisado’?
Cuando hablaron de sus experiencias amorosas del pasado, Sergio le contó que habÃa tenido tres relaciones. Con cada una de sus parejas habÃa comprado un piso en común y, tras romper, ellas se habÃan quedado con el piso «para evitar conflictos». «No compres, alquila«, le recomendaba MarÃa. «Es más barata la compra», se defendÃa él. MarÃa no salÃa de su asombro, y más cuando Sergio le contó que cambió el coche que tenÃa por el piso, valorado en 400.000 euros.
A la pobre MarÃa ya no le quedaban palabras para definir lo que estaba viviendo: «Nunca he tenido una cita como esta en mi vida. Jamás. Tampoco he conocido a una persona con un cerebro tan surrealista. Me han dado unas ganas de levantarme…«, expresaba.
«ME HAN DADO GANAS DE LEVANTARME»
Pero Sergio todavÃa no habÃa acabado: poco después, le confesaba que querÃa venir desnudo a la cita porque era «medio naturista». MarÃa ya se lo tomaba a risa: «Este hombre no vive una realidad desde mi punto de vista. Al final me voy a crear un complejo, me tocan todos los tarados. ¡No puede ser!». Y faltaba que le confesara cuál era su fetiche…
¿Qué pensáis de los comentarios de Sergio? ¿Cómo habrÃais reaccionado en el lugar de MarÃa?
Si os ha gustado este artÃculo recordad que más abajo podéis disfrutar de otros que, con casi total seguridad, os resultarán igualmente entretenidos… o eso esperamos, porque la verdad es que los hemos hecho con mucho cariño.
Fuente: cuatro