El trastorno de Chris Rock que explicaría su extraña reacción a la bofetada de Will Smith

El tema de Will Smith y Chris Rock es inagotable. La bofetada más mediática de la historia todavía trae mucha cola y, a medida que pasan los días, no hacen más que salir noticias que revelan algunos de los aspectos más ocultos de esta historia y que, poco a poco, nos permiten ver la panorámica completa de lo que ha pasado.

La antigua relación entre Jada Pinkett y Chris Rock, los problemas matrimoniales de la pareja formada por la actriz y Will Smith y, en general, el complicado pasado en común que tiene este trío. La Academia, por su parte, ya ha deliberado, optando por un veto de una década al actor de todos sus actos y, mientras escribimos estas líneas, el protagonista de ‘El método Williams’ se encuentra en una clínica de rehabilitación para lidiar con sus problemas de estrés. Y es que dos semanas han dado para mucho.

El trastorno que Chris Rock

Hoy, sin embargo, nos centraremos en una noticia que, a pesar de haber salido en 2020, hoy cobra mucha más relevancia por lo ocurrido. Y es que Chris Rock sufre un trastorno que podría explicar, al menos en parte, su extraña reacción al recibir la bofetada por parte de Will.

Todo esto lo contó el propio Rock en una entrevista para The Hollywood Reporter hace un par de años. Ahí explicó, entre otras cosas, que sufría de un trastorno del aprendizaje no verbal.

Este trastorno se basa en una alteración en las capacidades de aprendizaje de la persona, cosa que provoca serias dificultades a la hora de desarrollar sus habilidades visoespaciales, visoconstructivas y sociales (entre otras). Esto supone que, en general, la persona tiene dificultades para ‘leer y entender’ todas aquellas señales que emite la otra persona y que no están verbalizadas. Todo aquello que no es una comunicación con palabras, es de difícil comprensión.

Esto podría explicar que, al recibir la bofetada, el presentador de los Oscars apenas reaccionase y que, incluso después de lo ocurrido, siguiese bromeando. De hecho, no hubo una reacción de desconcierto real hasta que Smith empezó a gritar aquello de «Mantén a mi mujer fuera de tu puta boca»; en ese momento fue que a Rock se le torció la expresión del todo.

Un problema que viene de lejos

«Todas estas cosas son geniales para escribir chistes, pero no son geniales para las relaciones personales», contó en aquella entrevista en la que reveló su trastorno. También contó que, hasta entonces, relacionaba las malas reacciones de la gente con el tema de la fama: «Cada vez que alguien me respondía de forma negativa, pensaba: ‘Da igual, están respondiendo a algo que tiene que ver con lo que creen que soy’. Ahora me doy cuenta de que era yo. En gran parte fui yo».

Chris también contó que este diagnóstico se le hizo después de que un amigo le recomendase ir a un psicólogo para descartar que tuviese Asperger, ya que, por lo visto, el cómico presentaba algunas conductas que podían hacer sospechar de ese otro trastorno.

Evidentemente, este trastorno puede explicar lo ocurrido solo en parte. Rock es un hombre de 57 años que, muy probablemente, habrá desarrollado mecanismos para entender mejor aquellas cosas que, por su trastorno, no puede entender. También hemos de tener en cuenta que es un profesional y que, quizá, simplemente mantuvo la compostura, quizá a la espera de lo que le pudiesen decir por el pinganillo; las posibilidades son muchas.

A vosotros, ¿qué os ha parecido todo esto? 

Si os ha gustado este artículo recordad que más abajo podéis disfrutar de otros que, con casi total seguridad, os resultarán igualmente entretenidos… o eso esperamos, porque la verdad es que los hemos hecho con mucho cariño.

Fuente: La Vanguardia.

Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: