Todo lo que empieza, tarde o temprano, acaba. Si comienzas una relación, tienes suerte y el amor impera entre ambos hasta el final de vuestros días, genial. Pero esto no suele ser lo habitual y, de hecho, es bastante común tener que acabar alguna que otra relación a lo largo de nuestra vida… y es ahí cuando empiezan los problemas.
Y es que nuestro corazón es muy agradecido cuando se llena de amor, pero no cuando ese amor lo rompe en mil pedacitos pequeñitos. Ahí solo llega la tristeza y la desazón, pero también el potencial punto de inicio a una nueva etapa en nuestra vida.
Y es que lo importante siempre es no caer en una relación tóxica. De nada sirve estar mucho tiempo con una persona si la convivencia es un auténtico sufrimiento para uno de los dos (o para ambos).
Hoy pondremos a tu disposición unas cuantas ‘señales’ en las que podréis reparar para saber si vuestra relación está en un punto en el que, quizá, lo mejor sea poner tierra de por medio.
El nivel de estrés
Si estamos mejor y más tranquilos cuando estamos lejos de nuestra pareja… puede que sea una señal de que algo de lo que se comparte en común podría tener un componente de toxicidad. Es cierto que compartir tus rutinas con alguien puede generar un cierto estrés, por lo que deberemos prestar atención a si ese estrés proviene de la persona en cuestión o del hecho de estar alejados de la rutina en general: trabajo, obligaciones, etc.
Las lágrimas
Expresar nuestros sentimientos a través del llanto no es nada malo, de hecho es una buena válvula para liberar nuestras emociones y que no nos presionen desde dentro. Pero también deberemos plantearnos cuál es el origen de dichas emociones y si nos están haciendo daño. Si estas emociones paran cuando nos alejamos de esa persona, puede que sea momento de hacer una reflexión al respecto.
Momentos de paz emocional
Que la presencia de la otra persona altere nuestras emociones puede ser algo normal… el problema llega cuando lo hace de forma negativa. Es en ese momento cuando toca hacer una reflexión: ¿de verdad queremos estar siempre en un constante ‘terremoto emocional’? Es ahí cuando podríamos empezar a sospechar que la relación no está funcionando.
Empiezas a dedicarte más tiempo
Puede que, en un momento determinado, empieces a querer pasar más tiempo solo/a. Esto es normal y, de hecho, todos debemos tener siempre nuestro espacio de intimidad, reservado únicamente para nosotros mismos. Pero una cosa es eso y otra es que sintamos que no queremos compartir tiempo con nuestra pareja. Aquello que antes era muy apetecible hacer en pareja, ahora, sentimos que queremos hacerlo en completa soledad o con amigos.
¿Amor o cariño?
Este punto es muy complicado pero, hasta cierto punto, la mayoría de nosotros es capaz de distinguir si lo que está sintiendo por su pareja es amor de verdad… o algo más parecido al cariño y la costumbre de haber compartido muchas cosas juntos.
¿Cómo saber si lo que sentimos es amor? Pues voy a intentar daros algunas cosillas que podríais usar como indicadores… aunque es complicado. Podríamos, por ejemplo, valorar si somos capaces de ser nosotros mismos con esa persona. También podemos analizar el tema de las prioridades: ¿es nuestra pareja nuestra prioridad y somos nosotros la suya? El la risa: si no te ríes con tu pareja y ella no te hace reír a ti, no hay nada que hacer (estoy exagerando un poco, evidentemente).
A vosotros, ¿qué os ha parecido todo esto?
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Fuente: Un Café con Letras.
Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: