A pesar de que el matrimonio es una práctica en desuso, lo cierto es que todavía hay muchas personas para las que supone un punto definitorio en su vida, algo que las marca para siempre y que las une a la persona que aman. Darse el ‘sí, quiero’ no es moco de pavo y, por lo general, marca el inicio de un bonito futuro junto a nuestra media naranja… sino, también tenemos el divorcio.
Y es que, a pesar de que todo esto es muy bonito sobre el papel, los cuentos de hadas no suelen trasladarse de la ficción a la realidad y, cuando la cosa se tuerce después de haberse entregado las alianzas, siempre nos queda ir a un abogado y pedir el divorcio inmediato. Fue bonito mientras duró.
El amor, en muchas ocasiones, se acaba… y no precisamente por usarlo demasiado. A veces es sol un gesto, un movimiento imprevisto que precipita todo lo demás. Y sino que se lo digan a los protagonistas de nuestra historia de hoy.
Para conocer el que, probablemente, sea el matrimonio más breve de la historia, tenemos que viajar en el tiempo al 2019, a Kuwait, donde se celebró un matrimonio que duró tan solo tres minutos antes de que la novia, de repente, le pidiese al juez que los acababa de casar que anulase la unión.
Pero la clave de todo esto es entender cómo es posible que una boda en la que, al menos en principio, todo estaba saliendo a pedir de boca, acabó por torcerse por ‘una simple broma’.
La pareja se disponía a abandonar la estancia mientras todo el mundo les lanzaba arroz, pétalos de rosas y demás cosas cursis que se hacen en este tipo de situaciones. Y todo iba bien hasta que la novia se tropezó con su propio vestido y acabó dándose de bruces contra el suelo.
Ante esta caída el novio, que iba a su lado, optó por reírse de ella, llamarla ‘estúpida’ y no ayudarla mientras ella hacía lo posible por incorporarse con la ayuda de los que sí acudieron a echarle una mano. Esa actitud del novio (la de un auténtico cretino, si me permitís la observación), fue lo que propició la petición de divorcio inmediata por parte de la novia.
Esta situación desembocó en una inmediata petición de divorcio por parte de la mujer y, como el juez también había presenciado los hechos, aceptó sin pensárselo demasiado. De esa forma, el matrimonio duró tan solo tres minutos de reloj. Al novio, previsiblemente, se le borró de golpe la sonrisa de la cara y la novia, por su parte, muy probablemente se libró de pasarse el resto de su vida junto a un patán.
Todo esto también levantó mucha polémica a raíz de que, por lo visto, en Kuwait se ofrecen muchas ayudas a los recién casados, cosa que ha provocado estos últimos años una avalancha de bodas y divorcios que tienen como único objetivo obtener dichas ayudas. En cualquier caso, no sabemos si un matrimonio de tan solo tres minutos sirve para hacer un montaje así.
A vosotros, ¿Qué os ha parecido todo esto?
Si os ha gustado este artículo recordad que más abajo podéis disfrutar de otros que, con casi total seguridad, os resultarán igualmente entretenidos… o eso esperamos, porque la verdad es que los hemos hecho con mucho cariño.
Fuente: La Vanguardia.
Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: