Nazaret, cantante y bailarina de 23 años, llegaba a nuestro restaurante del amor favorito definiéndose como «muy explosiva«. Su intención era conocer a alguien para tener una relación que le fuera fiel, le respetara, que fuera divertido, más alto que ella y estuviera tatuado.
Su cita era Christian, estudiante, gogó, modelo y stripper de 25 años que confesaba que «ligaba bastante». ¿La primera impresión? Pues resulta que los dos se habían visto antes y: de hecho, ya habían hablado por Instagram…
«A lo mejor subía una foto sin camiseta y lleno de tatuajes y yo decía: ay dios mío, te quiero tener aquí conmigo… y le contestaba y tal pero dejamos de hablar», explicaba Nazaret. «Tampoco la seguía de que me saliera su historia la primera, pero veía sus cosas a veces o me salían, y la verdad es que mejor en persona. Me gusta más«, decía Christian. Casualidades de la vida, el destino les había unido en Madrid.
Ya en la mesa, hablaron de temas como, por ejemplo, sus hobbies: Christian explicaba que le encantaba correr, algo que ella odiaba y aprovechó para contar su experiencia: «Adelgacé 20 kg. De pequeña sufrí problemas alimenticios. Estaba gordita y me hacían bullying, lo pasé fatal», relataba.
Nazaret narraba que, cuando empezó a ir al gimnasio y se sometió a algún retoque estético, todos los chicos la veían como «algo sexual» y le suelen decir «antipática», pero ella tiene sus ideas muy claras: «me habéis rechazado durante todo el tiempo que yo he estado gordita, me habéis hecho daño, me habéis hecho sufrir, y ahora pretendéis tener algo conmigo cuando ahora estoy bien físicamente y me siento bien conmigo misma. Ahora me quiero tanto que no voy a permitir que nadie me haga sentir menos».
La temperatura, por las nubes
En un momento determinado, Nazaret le preguntó a Christian cómo era en la cama: «Yo soy escorpio«, empezaba Nazaret. «En la cama me gusta todo. Todo tipo de cariño, pero me gusta hacer un ruido duro«. Ella, por su parte, confesaba «ser durilla«, algo que a él le encantó. «La palabra que me define es sadomasoquismo. Soy muy Anastasia Steele y quiero en mi vida un Christian Grey, pero no soy ninfómana evidentemente, pero la persona que esté conmigo tiene que ser así«, reconocía la joven.
Él estaba encantado, pero, de repente, Nazaret le frenó en seco: «No vayas tan rápido que te puedes chocar. Luego ya si se practica es otra cosa«. ¿Cómo acabaría la cita?
El momento de la música
Poco después, Carlos Sobera presentó a Nazaret para que demostrara sus dotes como cantante delante de todo el restaurante con un tema en inglés, un momento muy especial que levantó los aplausos de todos los comensales y, por supuesto, de Christian: «nunca había vivido esta experiencia, que una persona te cante o cante en general así de cerca, y encima te canta, te sonría… te pone los pelos de punta«, expresaba.
¿Qué os ha parecido la cita? ¿Creéis que ha habido verdadera conexión entre Nazaret y Christian?
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Fuente: cuatro
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