Las infidelidades existen desde que el mundo es mundo. Son muchas las personas que deciden, a espaldas de su pareja, mantener relaciones con otras personas sabiendo que eso no se les está permitido dentro de su unión. A la protagonista de nuestra siguiente historia no le ha pasado una sino dos veces y por eso ya ha decido que la venganza se sirve en plato frío, tal y como ella misma le demostró a su novio.
Cuando Natalie Kendall tenía tan solo 22 años se encontraba estudiando en la universidad. En mitad de esos años inolvidables para la vida de cualquiera, la joven conoció a un chico y empezó a salir. Era su primera pareja y por eso recordará esta historia por el resto de sus días. La relación parecía idílica y Natalie no podía estar más que contenta y sintiéndose afortunada, pero todo cambió de la noche a la mañana.
«Pensé que estábamos en algo bueno», contó Natalie Kendall
Un buen día, la joven descubrió que su novio se estaba enrollando con otra y no supo muy bien cómo reaccionar. En ese momento, Natalie solo pudo darse la vuelta y salir de la habitación en la que se encontraban su chico y la amante. Cuando por fin pudo reaccionar y tomó consciencia de lo que había sucedido, la universitaria se prometió que la próxima vez que le ocurriese, se vengaría del hombre que fuese en público y así se le haría pasar vergüenza.
Dicho y hecho. Cuando pasaron diez años, por desgracia, Natalie se encontró con la misma situación una vez más. La mujer empezó a ir a un bar cercano de su casa, donde solía reunirse con sus amigos, y tras horas y horas de conversación, se enamoró de uno de los empleados que se llamaba Jason. Ambos comenzaron a salir y se encontraban en lo que parecía ser un buen momento, pero Jason no debió de pensar lo mismo.
«Después de empezar a vernos, empecé a ir todas las semanas, ya sea con un amigo o solo, a charlar con Jason mientras tomaba una copa. Me gustó mucho, todavía no era algo realmente especial, pero sentí que estaba llegando allí, pensé que estábamos en algo bueno«, contó Natalie para el diario The Sun. Jason desapareció casi de la noche a la mañana y la mujer decidió ir al bar a sorprenderle.
Ensuciaron su coche con barro, papel higiénico y estiércol
Cuando entró por la puerta, Natalie vio como su chico se estaba besando con otra mujer, que además también trabajaba en el mismo lugar. En ese momento, la chica se acordó de la promesa que se hizo años atrás y comenzó su venganza. Como en el local había música en directo, pidió a la banda que le dedicase a Jason la canción ‘Gives You Hell’, que habla de infidelidades. El joven, apurado, terminó por encerrarse en un sitio exclusivo para los trabajadores del local.
Al salir del bar, Natalie observó que el coche de su chico se encontraba aparcado en la misma acera y junto a sus amigos decidió ensuciarlo a más no poder: «Metimos barro debajo del mango para que se ensuciara las manos cuando intentara abrir el coche». Además, llenaron el coche de papel higiénico sucio y de estiércol, dejando el coche realmente asqueroso.
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Fuente: UPSOCL
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