La influencer que se hizo una bichectomía y luego se arrepintió: «parezco una calavera»

Cada cierto tiempo suelen ponerse de moda entre las celebridades determinados procedimientos estéticos… y ahora le ha tocado el turno a la bichectomía. Esta práctica se ha popularizado muchísimo este último año en parte por el gran acabado que ofrece a pesar de ser una intervención relativamente sencilla: se nos retiran las bolas de bichat de ambas mejillas y, con eso, se consigue un rostro más delgado y afilado.

Se trata de una intervención bastante económica, que se realiza de forma bastante rápida y que no requiere de una larga recuperación. Todo esto ha ayudado a que, cuando se trata de retocarse la cara, esta cirugía sea la primera en ponerse encima de la mesa.

El problema es que esto puede hacernos pensar que no hay ningún riesgo a la hora de realizarse una nichectomía… pero esto, evidentemente, no es así. Y es que, con cualquier intervención estética, corremos riesgos, sobre todo si no lo hacemos con expertos de los que tengamos buenas referencias. Exactamente esto fue lo que le pasó a la influencer Jessica Frozza (@eusoufrozza).

La brasileña, que tiene más de 90.000 seguidores en Instagram, hace cosa de un año, decidió someterse a una bichectomía. Como ya os podréis imaginar, lo que tenía que haber sido una intervención ambulatoria, acabó por convertirse en todo un suplicio para la modelo.

La intención de Jessica, como la de la mayoría de personas que se realizan esta intervención, era la de tener un rostro más afilado. Tras pasar por el quirófano y empezar su recuperación, se dio cuenta de que el resultado no estaba siendo en absoluto el deseado. Fue entonces cuando acudió a sus redes sociales para explicar a sus seguidores la terrible experiencia que estaba viviendo:

«Mi cara se ha caído, no reconozco mi rostro. Hoy tengo que seguir haciendo un procedimiento para estimular el colágeno en la bola de Bichat. Me convertí en una calavera. ¿Por qué nadie me advirtió de que esto podía pasar?», reclamaba la joven.

Todo esto ocurrió a mediados del año pasado, cosa que dejó a la influencer muy hundida. A pesar de que no pudo revertir por completo el aspecto de su cara, ahora sí está contenta con el resultado.

Una cosa que le ayudó mucho a superar aquel terrible momento, además del apoyo de sus fans, fue su maternidad. Y es que, el verano pasado, Jessica fue madre por primera vez y, por lo visto, volcarse en su bebé le dio fuerzas para superar el mal trago de su intervención.

«¡Tuve un trastorno de imagen muy grave! ¡Y gracias a Dios hoy estoy en reconstrucción! Me voy a quitar la prótesis de silicona y voy a empezar a amarme a mí misma y a mejorar lo que tengo. ¡Aceptando lo que Dios me ha dado!», escribía en una publicación a modo de reflexión.

Por lo que podemos ver en sus publicaciones en Instagram ella no podría estar más contenta y, a pesar de que no consiguió recuperar exactamente el aspecto que tenía antes de la intervención, sí llegó a estar a gusto con el nuevo rostro que le había quedado.

 

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La lección que nos deja todo esto es que, antes de realizarnos este tipo de intervenciones, debemos asesorarnos bien y estar muy seguros de lo que vamos a hacernos, consultando con profesionales de verdad que nos digan los pros y los contras.

A vosotros, ¿qué os ha parecido toda esta historia? 

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Fuente: Vix.

Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: