Encontrar una solución a nuestros problemas, sobre todo a los emocionales, no suele ser una tarea sencilla. Buscamos en todas partes y, por lo general, nos agarramos a cualquier cosa que pueda aliviarnos… y eso no siempre es bueno. Y es que, en esos momentos de mayor inestabilidad emocional es cuando más vulnerables solemos ser y podemos acabar agarrándonos a un clavo que arde demasiado.
Es en esos momentos en los que solemos acudir a manuales de autoayuda o gurús espirituales que, con sus consejos, muchos de ellos vacíos y genéricos, pueden hacernos más mal que bien. Precisamente por eso, hoy os traemos, de la mano de Código Nuevo, algunos de los consejos aparentemente buenos más perjudiciales que solemos escuchar.
No debe importarte lo que piensen los demás
Somos seres sociales, por lo que esta frase no tiene ningún tipo de sentido. Es cierto que debemos poner límites a las opiniones de las terceras personas, por muy próximas que sean a nosotros, pero eso no implica que tengamos que obviar que vivimos rodeados de otros seres vivos que, en ocasiones, pueden tener un criterio mejor que el nuestro.
Puede que nuestras acciones estén repercutiendo negativamente en un ser querido y, si hacemos oídos sordos, como si viviésemos en una burbuja de egoísmo, lo más probable es que acabemos perdiendo a todas aquellas personas que nos rodean y nos quieren.
Eres ideal y tu personalidad es perfecta
Esto es mentira. Pero no porque no seamos buenas personas, sino porque los ideales y la ‘perfección’ son conceptos abstractos que dependen por completo del punto de vista individual de cada uno. La autocrítica es muy importante y, aunque no debemos menospreciarnos, sí debemos estar atentos para mejorar dentro de lo posible como personas. Si ya nos creemos perfectos es que no hay nada que mejorar. Y eso nos puede salir caro.
Mantras que resuelven todo
“todo lo que necesitas está en tu interior”, “todo el amor que necesitas te lo puedes dar tú mismo”, “toda la alegría la puedes obtener de tus propios actos” y otras frases por el estilo, son auténtico veneno para nuestra cabeza. Son frases vacías que, a pesar de que parece que dicen mucho, en realidad no dicen absolutamente nada.
A veces las cosas dependen de nosotros… pero no siempre. Lo mejor es aprender a autoexplorarse para saber hasta donde podemos arroparnos con nuestra sábana emocional, pero, más allá de eso, también deberemos buscar soluciones en el exterior.
La positividad tóxica
No siempre tenemos que estar felices, ni animados, ni eufóricos ni con ganas de triunfar y tener éxito; debemos tener un tiempo para estar mal, relajados y contemplando las sombras de nuestro interior. No es que nos vayamos a instalar a vivir ahí, pero es una parte ineludible de nuestra vida y tenemos que aprender a convivir con ella. Querer que todo vaya siempre bien es el principal ingrediente de la frustración. Disfrutemos cuando las cosas vayan bien y aprendamos cuando vayan peor.
A vosotros, ¿qué os ha parecido todo esto? ¿Alguna vez habéis escuchado este tipo de frases?
Si os ha gustado este artículo recordad que más abajo podéis disfrutar de otros que, con casi total seguridad, os resultarán igualmente entretenidos… o eso esperamos, porque la verdad es que los hemos hecho con mucho cariño.
Fuente: Código Nuevo.
Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: