Sale a la luz el infierno que vivió Britney Spears

Britney Spears está a punto de conseguir su tan ansiada libertad. La cantante lleva años luchando en los tribunales contra su padre, Jamie Spears, para librarse de la tutela legal con la que él controla todos los aspectos de la vida personal y profesional de la artista desde hace ya 13 años. Este asunto, que siempre había estado en el aire, acabó por explotar con el llamamiento que hizo Britney hace un par de años para recuperar su libertad.

A partir de entonces, el movimiento #FreeBritney acaparó Internet y cientos de miles de personas se unieron a la causa, presionando en las redes sociales para que la justicia interviniese. Después de muchísimo tiempo y trabajo, se han empezado a ver los resultados.

Britney tuvo una infancia muy complicada. La cantante triunfó de muy joven y, a finales de los 90 y principios del 2000, ella era la reina indiscutible de las pistas de baile; no había nadie que lo petase tanto con sus videoclips como lo hacía ella.

Pero, a partir del nuevo milenio, la cosa se empezó a complicar para la cantante, que, llevada por la presión de la fama, empezó a dejarse caer en los excesos; el alcohol y las drogas se convirtieron en una parte más de su vida.

De su vida se han escrito muchos libros y se han producido muchos documentales, pero ninguno como el de Framing Britney Spears, estrenado a principios de este año. En esta producción del diario New York Times era donde, de forma más evidente y cruda, se mostraba todo por lo que ha pasado Britney estos últimos años.

Si algo quedaba probado en ese documental era que Britney, durante toda su carrera, había sido víctima de las peores prácticas machistas de la industria musical, por lo hablar de todas aquellas personas que estaban a su alrededor para chuparle todo el dinero que podían. Todo esto, como no podía ser de otra forma, acabó enterrando a la joven hasta los infiernos… donde, por lo visto, estaban sus padres, peleándose por el control de la fortuna de su hija.

A mediados del pasado agosto, tras una larga y agónica lucha, el padre de Britney acabó retirándose de su cargo como responsable de la tutela legal de su hija… aunque, como os podréis imaginar, ninguna historia así de compleja puede tener un final tan simple.

The New York Times también produjo un segundo documental, Controlling Britney Spears, en el que se profundiza únicamente en los años de tutela paternal de la cantante. Las cosas que se han podido ver en ese documento, como ya os imaginaréis, son verdaderamente sobrecogedoras.

“Poco a poco ya no tenía derecho a estar a su lado, ni a hablar con ella sin la presencia de otra persona”, confiesa Felicia Culotta, exasistenta de la cantante en su primera etapa. Culotta asegura que el padre de Britney la odiaba porque representaba una figura de confianza para ella: “Me retiraron porque yo era su apoyo”.

Tish Yates, diseñadora encargada del vestuario de la artista durante su gira Circus, también tiene unos cuantos trapos sucios del progenitor de la cantante que ha querido sacar a la luz. Según esta profesional del espectáculo, Jamie Spears amenazaba de forma recurrente a Britney con no dejarle volver a ver a sus hijos, Sean Preston y Jayden James, si no hacía exactamente lo que él quisiera. Esto, por lo visto, provocó en la cantante una continua situación de estrés y unos episodios recurrentes de ataques de pánico.

Yates explica que el padre de Britney no la dejaba ni elegir lo que podía comer en su día a día, llegando a prohibirle incluso comprarse ropa nueva: si él no lo aprobaba, ella no podía hacer absolutamente nada.

Alex Vlasov, guardaespaldas de Britney desde 2012, también reveló algunas cosas del terrible sufrimiento en el vivía inmersa la cantante. Según el profesional de la seguridad, ella no podía comunicarse con nadie que no fuese su padre sin su autorización. Además, debía llevar siempre un aparato para grabar las conversaciones para que su padre, luego, pudiese escucharlas con detenimiento.

El control llegó a tal nivel que, al parecer, llegaron a mandar ‘agentes secretos’ para que se infiltrasen en el movimiento #FreeBritney y ver qué cosas que se estaban tramando ahí.

Ahora, ya libre del control de su padre, Britney se dispone a reenfocar su vida para intentar volver a una cierta normalidad. Esperemos que lo consiga.

A vosotros, ¿qué os ha parecido todo esto? ¿Qué pensáis de lo que le hacía su padre a Britney? 

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Fuente: La Vanguardia.

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