Se está celebrando el Festival de Venecia y, como habréis visto, los famosos llevan ya una semana posando y desfilando por la alfombra roja con sus mejores (y más caras) galas. En este sentido, no hay que mirar solo al evento principal de esta celebración del cine, sino también a las fiestas que, paralelamente y con el festival como excusa, se celebran en la ciudad italiana.
Dolce & Gabbana celebra cada año una de las fiestas más glamurosas y, como no podía ser de otra forma, Jennifer López acudió a la misma con ganas de robarse el protagonismo: llena de pedrería y con un vestido que yo no podría pagar ni con el sueldo de tres o cuatro vidas.
La cuestión de todo esto es que, a pesar de ir de punta en blanco, hubo un detalle de su atuendo que acabó por acaparar toda la atención de los medios… y no precisamente por algo ‘bueno’.
Una cena ‘de etiqueta’
Ella estaba desfilando con su espectacular vestido de D&G cuando, por un lateral del mismo, asomó algo que nadie se esperaba ver: la etiqueta con el código de barra y una serie de letras que, suponemos, conformaban el nombre del vestido. Esto, como comprenderéis y tratándose de una fiesta de moda, llamó muchísimo la atención.
Lo cierto es que no se sabe exactamente cuál es el origen de este ‘contratiempo’: si se trata de algo hecho a consciencia con alguna finalidad artística o si, por el contrario, ella o alguno de los modistas se olvidó de retirarla. Sea como fuere, el momento quedó inmortalizado para siempre ante los focos y las cámaras.
Y es que eso de que se te vea la etiqueta de la ropa es algo que le puede pasar a todo el mundo… pero que le pase a una celebridad de la altura de JLo no deja de ser algo, como mínimo, reseñable (y es que todo el mundo mete la pata).
Algo que han destacado la mayoría de comentarios es que, a pesar del ‘incidente de la etiqueta’, la cantante estaba maravillosa con un outfit que, de una forma u otra, ya es historia de este festival.
Por suerte, ha habido entendidos en el mundo de la moda que han explicado con un poco de rigor qué era lo que podía haber pasado: “Primero, si han visto una etiqueta de Dolce & Gabbana, no es así como luce. Es el ID de vendedor que viene con sus muestras. Y segundo, no es el trabajo de la modelo ver que las etiquetas no estén, incluso si se trata de JLo. Es culpa del estilista, vestidor, que está encargado de entregarle el atuendo que usará”.
A vosotros, ¿qué os ha parecido todo esto? ¿Creéis que una etiqueta así arruina el conjunto?
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Fuente: Upsocl.
Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: