Su madre falleció de apendicitis cuando ella tenÃa 8 años. Al igual que cientos de miles de personas afganas, su familia cruzó las fronteras hacia Pakistán huyendo de la guerra entre la República Democrática de Afganistán, apoyada por los rusos, y los ‘muyahidines’, apoyados por Estados Unidos – un conflicto considerado parte de la Guerra FrÃa. Empezaron a vivir entonces en un campamento de refugiados llamado Kacha Garahi, a las afueras de Peshawar.
El fotoperiodista estadounidense Steve McCurry inmortalizó su mirada en ese mismo campamento de refugiados en el año 1984. Un año después, aquella fotografÃa en la que podÃa verse a una niña con unos penetrantes ojos verdes se convirtió en portada de la revista ‘National Geographic’, en un sÃmbolo de la guerra y en un icono de las personas refugiadas.
Hasta 20 años después no volvió a saberse nada de ella. Pero Steve McCurry quiso encontrarla, asà que se unió a un equipo de periodistas de la misma revista e hizo todo lo posible por hallar a la mujer. Lo lograron en el año 2002. Sharbat Gula se encontraba en las montañas, junto a sus tres hijas. Comprobaron que realmente fuera ella gracias a un inspector forense del FBI, que analizó su iris como si de una huella se tratara.
Detenida en 2016
Se habÃa casado a los 13 años con un panadero y habÃa dado a luz a cuatro niñas, aunque una de ellas habÃa muerto. Peshawar era su hogar, pero desgraciadamente en el 2016 fue detenida y deportada a Afganistán por obtener ilegalmente documentos de identidad paquistanÃes para ella y para sus hijos. Fue entonces cuando Gula volvió a copar las portadas de revistas y diarios.
30 años después de que su foto diese la vuelta al mundo, aquella niña se habÃa convertido en una mujer viuda, madre de cuatro niños y estaba enferma de hepatitis C. Pero, además, se enfrentaba a la cárcel y a una deportación al paÃs del que habÃa huido años antes. En esta ocasión, la afgana vestÃa un burka marrón, que levantaba para mostrar su cara en una foto para la ficha policial.
Su regreso a Afganistán
Para su sorpresa, allà fue recibida por el mismo presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, que le hizo entrega de las llaves de un piso en Kabul para que viviera con sus cuatro hijas e hijo. El gobernante describió a Gula como «sÃmbolo de esperanza, dolor y opresión» y, según 20 Minutos, «destacó cómo de niña dio a conocer al mundo un Afganistán cansado de la guerra». Por otro lado, le ofreció ayuda para la educación de sus hijos y para su propia salud.Â
El presidente se encuentra actualmente en el exilio con su familia tras la irrupción de los talibanes. La hija mayor de Gula murió de hepatitis hace tres años, cuando tenÃa 22, dejando una bebé de dos meses. Su marido, Rahmat Gul, fue diagnosticado con hepatitis C y también murió hace unos años. De ella no sabemos actualmente nada más…
¿ConocÃais la historia de Sharbat Gula? ¿Qué opinas sobre el trato que obtuvo por parte del presidente por el hecho de haberse convertido años atrás en portada del ‘National Geographic’?
Si os ha gustado este artÃculo recordad que más abajo podéis disfrutar de otros que, con casi total seguridad, os resultarán igualmente entretenidos… o eso esperamos, porque la verdad es que los hemos hecho con mucho cariño.