Nuestros comportamientos y personalidades no están determinados únicamente por factores socioculturales, aunque estos tengan un gran peso en la construcción de la identidad individual. La herencia genética, en muchas ocasiones, también juega un papel importante en estas cuestiones y debería ser un factor a tener en cuenta a la hora de evaluar esas características que nos conforman.
Según uno de los últimos estudios de la Universidad de Oxford, los genes parecen predisponernos en cuanto a la edad a la que tenemos nuestras primeras relaciones sexuales. Es cierto que no sabemos qué perspectiva tiene este estudio en relación al género y la sexualidad, pues se pueden entender muchas cosas por ‘relaciones sexuales’… pero desde luego aquí las consideramos como cualquier tipo de práctica sexual entre dos o más personas de cualquier género y orientación sexual (sin necesidad de que haya penetración).
La investigación se ha hecho, según Código Nuevo, con 214.547 mujeres y 182.791 hombres del Reino Unido. Los científicos de la Universidad de Oxford que la han llevado a cabo se encuentran en el Centre Leverhumem de Ciencias Demográficas y gracias al estudio han logrado identificar hasta 278 áreas específicas de nuestro ADN relacionadas con el momento de la primera relación sexual. Melinda Mills, la especialista que lidera la investigación, ha descubierto junto al resto de científicos que existen variantes genéticas relacionadas con las funciones reproductivas y con los comportamientos.
¿Sexo temprano o tardío?
Los comportamientos reproductivos «pueden ayudarnos a comprender las enfermedades de la vida posterior», según explicó Melinda Mills al medio británico Daily Mail. ¿Tú tuviste tu primera relación sexual a los 15, a los 18 o a los 25? Quizás este dato sea importante para entender qué problemas puedes sufrir en un futuro. El estudio habla de que las variantes genéticas relativas al sexo temprano, por ejemplo, están relacionadas con la desinhibición, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, la adicción o el tabaquismo temprano.
En cambio, aquellas personas que tuvieron sexo por primera vez a una edad más tardía, disfrutan de una mejor salud y de una mayor longevidad. Además, «los factores que explicaron el hecho de tener relaciones sexuales más tarde influyeron en el miedo a la intimidad y la humillación en las redes sociales».
Tal y como hemos dicho anteriormente, todos los comportamientos mencionados tienen causas tanto socioculturales como biológicas. Según el neurólogo de la Universidad de Stanford Robert Sapolsky, «no debemos preguntarle a un gen qué hace, sino qué hace bajo ciertas condiciones ambientales». Con esta frase es más fácil entender que, efectivamente, las variantes de las que se habla en el estudio pueden estar más o menos activas dependiendo de factores externos.
En palabras de la propia Mills, la edad a la que tienes las primeras relaciones sexuales procede de «una combinación de genética, predictores sociales y el entorno». En definitiva: no estamos predestinados y predestinadas, pero sí estamos condicionadxs… como en tantos otros ámbitos.
Y recordemos que, en términos de edad, no hay nada escrito:
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Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: