Cuando somos pequeños, pocas cosas son tan importantes en nuestra vida como la Navidad, nuestro cumpleaños y que el Ratoncito Pérez nos cambie un diente por algo de dinero (que las chuches no iban a comprarse solas). Son los momentos más importantes del año y, hasta que nos destruyen la ilusión (el primero y el tercero son los padres y el segundo cada vez se celebra con menos ganas), vivimos en un oasis de felicidad echaremos de menos el resto de nuestras vidas.
Son momentos clave de nuestra infancia y, por lo tanto, nuestros padres debieron ir con cuidado de no destrozar sin más el delicado equilibro entre realidad y fantasía… pero, como veréis en la historia de hoy, eso no es algo que se aplique a todos los progenitores por igual.
Ilusión echa pedazos
Hoy os traemos la prueba de que utilizar la ilusión de una niña para darle una especie de ‘lección vital’ puede no ser la mejor cosa del mundo… y que hay opciones bastante menos duras y descorazonadas.
A Elisa se le cayó un diente y, como todo niño occidental, decidió ponerlo debajo de su almohada para que el Ratoncito Pérez le trajese su correspondiente (y merecido) regalo… pero lo que se encontró fue un trauma en forma de carta:
“Hola Elisa,
Me da gusto saber de ti. Hoy quiero disculparme por no llevarme tu diente, fue analizado por el equipo de expertos y no pasó la prueba debido a la falta de atención y cuidado. Encontramos restos de sobritas, de espagueti y cereales, en esta ocasión no será posible realizar el pago.
Te recomendamos lavarte los dientes 3 veces al día y que utilices la técnica de cepillado dental.
Espero volver pronto Elisa.
¡Cuídate!
Atentamente,
El Ratón Pérez. “
El mensaje que se pretende trasmitir con la carta, como resulta evidente, es positivo, ya que la higiene bucodental es fundamental para nuestra salud… pero romperle la ilusión a una cría puede que no sea la mejor forma de trasmitir dicho mensaje sin que esta quede traumatizada de por vida… y lo cierto es que esta es la mayor crítica que ha recibido este asunto en redes sociales.
Matame camión 🤦🏻♀️🤦🏻♀️ pic.twitter.com/68rjgZFZbo
— Amargaíta me tenéis (@TeneisMe) July 18, 2021
La carta, publicada por la tuitera @TeneisMe junto al comentario “Mátame camión”, acumula ya más de 1.800 ‘me gusta’, más de 600 retweets y un sinfín de comentarios que apuntan en la misma dirección: estos padres se han pasado varios pueblos.
Educar a un niño es algo bastante complejo, pero puede que este tipo de técnicas tan agresivas no sean la mejor opción. Hay formas bastante más didácticas y sanas de inculcar hábitos en los más pequeños de la casa, y estos no tienen que pasar necesariamente por el ‘castigo’.
Muchos usuarios han reaccionado a esta publicación, incluido el maravilloso (y mágico) Luís Piedrahita:
El resto de la historia la conocéis: Trauma profundo, desapego, evasión inhalando pegamento escolar, relaciones tóxicas para castigar a sus padres y a los 45 otra carta del Sr. Pérez diciendo que no puede recoger sus dientes por tener restos de heroína, cocaína y metanfetamina.
— Luis Piedrahita (@PiedrahitaLuis) July 20, 2021
Y es que, como bien señala la usuario @ninielender, lo mejor es ayudar a crear hábitos y no obligar a través de la coacción:
es q no hay q obligarles, hay q enseñarles y crear el hábito, la mía lo hemos conseguido cepillandonos con ella, nos imita y es cuando se está el rato q hace falta y por todos lados, y espero q en un par de años lo haga igual aunque lo haga sola
— La Cocina de Nini (@ninielender) July 20, 2021
Y, por el otro lado, también hubo usuarios que defendieron la carta y minimizaron los efectos que este tipo de castigos podrían tener en los niños:
Un trauma? WTF, qué mimados os tenían vuestros padres. A mí nunca me compraban caprichos y más de una vez me quedé sin algún regalo por portarme mal. Actualmente, soy muy feliz y recuerdo una infancia aún más feliz. Si la felicidad infantil se basa en regalos materiales,vamos mal
— Mar (@AzulDel_Mar) July 19, 2021
A vosotros, ¿Qué os ha parecido todo este asunto? ¿De qué lado os posicionáis?
Si os ha gustado este artículo recordad que más abajo podéis disfrutar de otros que, con casi total seguridad, os resultarán igualmente entretenidos… o eso esperamos, porque la verdad es que los hemos hecho con mucho cariño.
Fuente: La Vanguardia.
Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: