Multas para las jugadoras noruegas de balonmano playa por pedir cambio de vestuario

El equipo femenino de la selección noruega de Balonmano Playa ha exigido un cambio de uniforme para jugar sus partidos. La indumentaria que hasta ahora han sido obligadas a llevar se compone de un top y una braga de bikini, ropa con la que las jugadoras han expresado claramente no sentirse nada cómodas. Por ello, en la previa del último torneo europeo, iniciaron una campaña con el anuncio de un nuevo atuendo. Sin embargo, tras su propuesta, han sido amenazadas con sanciones que se interpondrán si deciden seguir adelante y no se atañen a la normativa.

Una diferencia abismal

Al parecer, la situación se remonta a principios de año, cuando la Asociación de Beach Handball de Noruega pidió formalmente modificar el código de vestimenta del equipo femenino, pues según la reglamentación actual, la prenda inferior no debe tener más de 10 centímetros de ancho a cada lado. Países como Suecia apoyaron en su momento este documento, ya que las atletas no solo se sienten incómodas para jugar (por ejemplo, cuando tienen la regla), sino que también son conscientes de que están siendo sexualizadas. 

La diferencia de vestimenta con respecto a sus compañeros es abismal: ellos pueden llevar camisetas grandes y pantalones anchos hasta las rodillas. Por todo ello, antes de disputar el campeonato europeo, el equipo de jugadoras publicó una foto con todas sus integrantes vistiendo esa nueva parte inferior: unos pantalones de licra por encima de las rodillas. Habiendo avisado previamente a los organizadores y publicando esta imagen, las atletas hacían toda una declaración de intenciones: estaban dispuestas a jugar así aunque tuvieran que pagar multas.

Multas de 5.000€

No obstante, desde la Asociación Europea de Handball (EHF) les advirtieron entonces que si seguían adelante con la propuesta, la sanción sería no solo económica sino también deportiva. «Primero nos dijeron que nos iban a aplicar una multa de 500 coronas suecas (unos 50 euros) por persona y por partido, lo que sería en total unas 50.000 coronas suecas (cerca de 5.000 euros para el equipo). Dijimos que estábamos dispuestas a pagarlo, pero luego nos amenazaron con ponernos otras sanciones no especificadas. Justo antes del primer partido nos dijeron que nos descalificarían si jugábamos con ese atuendo, así que nos vimos obligadas a jugar con bragas», explicó la capitana del equipo, Katinka Haltvik, a la prensa noruega.

«El campeonato europeo es importante para nosotras en vistas de lo que tenemos por delante, que es el Mundial. Cuando nos sentimos amenazadas con la descalificación no nos animamos a seguir adelante con lo que habíamos planeado», comentaba la misma jugadora para explicar la razón por la que decidieron echarse atrás a última hora. Kåre Geir Lio, presidente de la Asociación de Handball de Noruega, mostró su apoyo a las jugadoras y aseguró que estaban dispuestos a pagar las multas:

«Los hemos contactado y hemos trabajado con ellos durante varios años en relación a este tema. Lo hemos planteado en congresos y nos han prometido que sería resuelto, pero eso aún no ha ocurrido. Es muy triste por las jugadoras que tienen que lidiar con todo esto», dijo. Las noruegas, finalmente, llegaron hasta las semifinales del torneo europeo disputado en Bulgaria. Si bien todavía no han logrado su propósito, ya anticiparon que volverán a la carga, esta vez con el apoyo de Suecia, Dinamarca y Francia, entre otros.

Tal y como indican en Infobae.com, «la cuestión de las reglas de vestimenta en los equipos de mujeres lleva bastante tiempo siendo analizada por las autoridades de la disciplina y, a pesar de que en varias ocasiones se ha prometido que se aprobarán los cambios, esto hasta el momento no ha ocurrido». ¡Esperemos que no tarden mucho más!

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