9 tendencias de belleza antiguas que hoy nos resultan rarísimas

Las modas cambian con el paso del tiempo, y con ellas lo que se entiende socialmente por ‘bello’. Lo demuestran estas 9 tendencias de belleza antiguas que a día de hoy nos parecen completamente inimaginables…

Blanqueamiento de piel

Antiguamente, si tenías la piel blanca, probablemente eras parte de la realeza, ya que los esclavos estaban todo el día trabajando la tierra bajo el sol. En el siglo XIX, la gente comía obleas de arsénico para blanquear su piel, a pesar de los efectos secundarios que tenían (cáncer, calvicie, epilepsia…). Otra de las prácticas para lograr una tez clara consistía en el uso de sanguijuelas que te chuparan la sangre.

La piel bronceada se hizo popular a partir de 1920, cuando Coco Chanel se durmió en su yate en la Riviera francesa. A partir de ahí, se convirtió en símbolo de estatus, ya que significaba que una persona podía permitirse unas vacaciones en un lugar cálido y soleado.

Manteca de cerdo

En el siglo XVIII las pelucas estaban muy de moda. Para esculpirlas se usaba manteca de cerdo, pero esto tenía una terrible desventaja: atraía a un animal. De ahí proviene la expresión «nido de ratas», y es que cuando las pelucas dejaban de usarse durante un tiempo, las ratas podía vivir ahí durante semanas.

Frente grande

¿Alguna vez te has parado a pensar por qué la gente aparece en los retratos antiguos sin cejas? No es porque no tuvieran: se las quitaban para que la frente pareciese más grande, ya que esta parte del rostro se consideraba la más bella. De hecho, también se depilaban el principio del cabello, de tal forma que les quedara una cara alargada y ovalada.

Blanqueamiento de dientes

Sí, esto sigue estando de moda, pero hoy en día acudimos al dentista para conseguirlo, pagando una buena suma… algo muy diferente a lo que hacían los romanos antiguamente. Y es que ellos usaban orina para enjuagarse la boca con este fin (y si la orina provenía de Portugal, mejor que mejor).

Ennegrecimiento de dientes

En otra época (año 200 DC) y en otro lugar del mundo, concretamente en Japón, empezó a llevarse justo todo lo contrario. Las personas de la aristocracia consideraban los dientes negros símbolo de belleza. El ungüento que usaban para ello (a base de limaduras de hierro y vinagre) ayudaba a prevenir las caries, así que, además de ir a la moda, preservaban su dentadura. Todavía se practica en algunos lugares como tradición.

Venas acentuadas

Según el sitio web Difundir.org, en la Francia anterior a la revolución estaba de moda marcar las venas. Tanto era así que algunas personas decidían resaltarlas con un lápiz de color azul. Totalmente diferente a lo que ocurre hoy en día, que incluso se eliminan con Photoshop en las fotos.

Perfume de sudor

Puede parecer una locura, pero en la antigua Roma se creía que el sudor de los gladiadores era afrodisíaco. Por eso, las mujeres lo compraban en forma de souvenir a la salida de las peleas. Hoy en día, probablemente, nos parezca bastante asqueroso.

 

 

Labios finos

Al contrario de lo que se lleva ahora (labios gruesos y carnosos), en la Italia del 1400 se preferían los labios ultra finos. Por eso evitaban resaltarlos de ningún modo. Como prueba tenemos las pinturas italianas de la época, en las que podemos ver que esta parte del rostro resulta prácticamente imperceptible.

Entrecejo

Ni si quiera la capitalización de la imagen de Frida Kahlo lo ha vuelto a poner de moda, aunque algunas personas intenten reivindicarlo. El entrecejo, en realidad, fue tendencia en la antigua Grecia al considerarse un símbolo de pureza e inteligencia. Algunas personas incluso se oscurecían esta parte con polvos o se ponían pelo de cabra.

¿Cuál os ha sorprendido más?

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Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: