Un estudio estadounidense publicado en el portal web Magnet ha desvelado que uno de cada tres jóvenes norteamericanos entre los 18 y los 14 años no tiene prácticamente relaciones sexuales (o no tiene en absoluto). El porcentaje de personas que han dejado de tener sexo con otrxs ha subido a un 30,9% (entre 2000 y 2001 estaba en un 18,9%). Esto significa, tal y como comentan en Código Nuevo, que la generación de los Millennials y la anterior (generación X) tenían el doble de actividad sexual compartida que generaciones posteriores, como la Z.
Sin embargo, esto no es una cuestión de edades. Al parecer, seas de la generación que seas, probablemente estés teniendo menos sexo del que tenías hace unos añitos. Pero… ¿Qué motivos explican esta curiosa tendencia? ¿El confinamiento? ¿El enganche al móvil y a las redes sociales? Si bien es cierto que la perspectiva de este tipo de estudios suele ser bastante coitocentrista y heteronormativa (se entiende ‘relación sexual’ como aquella que se produce entre un hombre y una mujer -ambos cis- en la que hay penetración), queremos explicar qué razones han podido llevar al resultado de esta estadística…
Somos más sanos/as
Según la investigación, la caída del sexo está relacionada con la caída del consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias. Podría parecer lo contrario, pero el consumo habitual de alcohol ha pasado del 80% de los jóvenes en el año 1991 al 60% en 2017. Por otro lado, el del tabaco ha pasado del 70% al 30% en los mismos años, y el de «otras sustancias» del 24% al 19%.
Vivimos en una mayor precariedad
Según Código Nuevo, el 53% de los jóvenes menores de 30 años viven con sus padres en España. El futuro no se vislumbra mucho más positivo. Por si no teníamos suficiente con un 40% de paro juvenil, contratos y condiciones laborales precarias o los precios de los alquileres y la luz, llegó una pandemia global y el confinamiento. ¿A quién no se le baja la libido con todo esto?
Peor salud mental
Relacionado con lo anterior, los casos de ansiedad y depresión se han disparado los últimos años. Uno de los síntomas más comunes de estos problemas de salud mental es, precisamente, la pérdida de deseo sexual.
¿Menos presión social?
Si bien es cierto que la sociedad sigue estando hipersexualizada, con lo cual el sexo se percibe aún como algo sumamente importante y valioso, también es verdad que cada vez hay más visibilidad y conocimiento acerca de una gran olvidada durante años: la asexualidad, una orientación sexual entendida como espectro en la que se encontrarían las personas que no viven el deseo sexual de una forma normativa.
Como bien apuntan en la BBC, «afortunadamente, las generaciones más jóvenes pueden estar preparadas para ser conscientes de la asexualidad antes y cuentan quizá con más herramientas para vocalizar sus identidades».
Y si queréis ver una película que condense todo esto, solo tenéis que echarle un vistazo a ‘Historia de un matrimonio’, en Netflix:
Y tú… ¿Crees que hay algún otro motivo por el cual pueda estar dándose esta tendencia?
Si os ha gustado este artículo recordad que, más abajo, podéis disfrutar de otros que, con casi total seguridad, os resultarán igualmente entretenidos… o eso esperamos, porque la verdad es que los hemos hecho con mucho cariño.
Fuente: Código Nuevo
Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: