Hemos dejado atrás a las princesas que buscaban una relación idílica de amor con hombres ricos, blancos, normativos y cisheterosexuales. Las protagonistas actuales son mujeres que se buscan la vida y se marcan sus propios objetivos. No solo en el mundo de la animación Disney (nos vienen a la cabeza películas como ‘Brave’, ‘Frozen’, ‘Vaiana’…), sino también en el de los live-action o adaptaciones a imagen real de la misma compañía.
Es el caso de Maléfica (cuya primera parte se estrenó en 2014), en la que logramos empatizar por fin con «la mala» de ‘La bella durmiente’ tras saber su historia completa, y ahora es el turno de Cruella, la famosa villana de ‘101 dálmatas’.
La primera película de Disney en utilizar la técnica de la xerografía (algo que explica muy bien Ter en este vídeo) fue también la primera que tuvo un remake en live-action… solo cinco años después del estreno de la original, en 1961. El director, Stephen Herek, eligió a Glenn Close para encarnar a Cruella De Vil en ‘101 dálmatas: ¡Más vivos que nunca!’.
25 años después ha llegado, por fin, un spin-off protagonizado por aquel personaje que tanto miedo daba a los adorables cachorros. La cinta, dirigida por Craig Gilliespie y protagonizada por las actrices Emma Stone y Emma Thompson -entre otras- está teniendo tanto éxito que no dejamos de leer reseñas y curiosidades sobre la misma. Pero… ¿qué historia real hay detrás de esta ficción?
El origen de ‘101 dálmatas’
La novelista, dramaturga y guionista británica Dodie Smith, nacida en 1896 (Whitefield, Manchester), escribió esta novela infantil inspirándose en distintas situaciones reales de su propia vida. Según Valeria Calderón, cuando Dodie se encontraba en pleno auge como guionista de teatro para el West End de Londres, se compró un piso y lo decoró todo en blanco y negro (tal y como se llevaba en aquella época). Unos meses después, cumplió su deseo de tener un dálmata y lo llamó Pongo.
Dodie tenía una amiga llamada Joyce Kennedy. Después de la llegada de más dálmatas a su casa, esta amiga suya empezó a bromear diciéndole que al final se haría un abrigo de piel con los cachorros. Sin embargo, no todo fue un camino de rosas para la novelista inglesa… también pasó una mala época en la que sus obras dejaron de ser tan bien recibidas.
Por suerte, en 1956, la inspiración volvió a llamar a su puerta. Tras comprarle un libro infantil al hijo de una de sus allegadas, Dodie recordó la frase de su amiga Joyce Kennedy y, con los nombres de sus perros (que en ese momento eran todavía más, pues en 1948 una de sus dálmatas había dado a luz a quince cachorros), empezó a escribir una historia.
Janet y Anne Graham-Johnson la ayudaron con las ilustraciones. Cruella De Vil fue dibujada como una mujer alta, delgada, de piel oscura, ojos negros y una nariz puntiaguda. El pelo, eso sí, ya era entonces lo más característico del personaje: con una raya en medio, una parte negra y la otra blanca.
Siete semanas después de su publicación, se convirtió en best seller. Cuando Walt Disney le ofreció convertir su novela en una película, la autora aceptó. Según Disney.Fandom, Dodie disfrutó de la adaptación animada, aunque se quejó del tamaño de su nombre en los créditos (algo por lo que Walt Disney acabó disculpándose).
La escritora murió en 1991. Una lástima que no haya vivido para ver a su villana cobrando vida como protagonista en la gran pantalla.
¿Qué te ha parecido la historia real detrás de ‘Cruella’?
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