La estadounidense Emily Ratajkowski inició su carrera como actriz en la serie de televisión ‘iCarly’ y, más tarde, apareció en la película de David Fincher ‘Perdida’ (2014), protagonizada por Ben Affleck y Rosamund Pike. Sin embargo, su salto a la fama fue a partir a su participación en el polémico videoclip de la canción ‘Blurred Lines’, de Robin Thicke y Pharrell Williams (que tuvo dos versiones, una de ellas «censurada»).
En él, la modelo aparecía bailando desnuda junto a otras chicas mientras los cantantes pronunciaban frases como «odio estas líneas borrosas», «tengo que ponerme sucio», «sé que lo quieres, eres una buena chica»… motivo por el cual fueron acusados de normalizar las relaciones sexuales sin consentimiento y perpetuar la cultura de la violación. La joven de 30 años dijo en una entrevista que actualmente considera su colaboración en aquel vídeo musical como «la desgracia de su vida».
Su lucha feminista
Si bien muchas personas consideran que Emily perpetúa la normatividad y la cosificación, ella se considera feminista y defensora pública de los derechos de las mujeres. En 2018 fue detenida junto a la actriz y humorista Amy Schumer en una manifestación en Washington contra el candidato a juez del Tribunal Supremo Brett Kavanaugh, acusado de agresiones sexuales y apoyado aun así por Trump.
Ratajkowski aseguraba entonces que «los hombres que hacen daño a las mujeres ya no pueden estar en puestos de poder». No obstante, esta no era la primera vez que Ratajkowski protestaba contra las políticas o decisiones de Trump. En 2017, por ejemplo, compartió un texto en su Instagram que rezaba: «El derecho de la mujer al control de la natalidad no debe basarse en sus ingresos».
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Ahora, está centrada sobre todo en el acceso de las mujeres a la atención sanitaria en Estados Unidos, no sin ser consciente de sus propios privilegios: «soy una mujer blanca cis. Soy muy consciente del privilegio que tengo como alguien que es heteronormativa y no pretendo actuar como si mi identidad no me hubiera facilitado algunas cosas», ha comentado en alguna ocasión. Desde 2018 está casada con Sebastian Bear-McClard, con el que tuvo una criatura el 8 de marzo de este mismo año.
La foto de la discordia
Recientemente, la modelo y actriz ha recibido una avalancha de críticas en las redes sociales por la última foto que ha compartido junto a su bebé. En ella, la joven aparece cogiendo al niño de una forma que muchos y muchas han juzgado: «así no es como se sostiene a un bebé. Emily y sus millones de seguidores no deberían hacerlo. Feliz de darte algunos consejos si los necesitas», escribía el presentador británico Piers Morgan en su Twitter.
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«He cogido cacas de mi perro con más cariño que ‘emrata’ coge a su hijo», apuntaba otro usuario. «¡Cógelo con las dos manos» o «No es una cosa, es un bebé», añadían otros. Ya sabíamos que en Internet todo es susceptible de ser juzgado, lo que no esperábamos era que esta foto se convirtiera en una diana de dardos envenenados (sobre todo teniendo en cuenta que Emily ya ha publicado anteriormente fotos con el pequeño).
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Afortunadamente, otros seguidores han sido más comprensivos con la joven: «Para ser justos, los bebés son escurridizos. El niño podría haberse movido a esta posición después de que lo levantaran», «Déjala en paz. Si no te gusta, sigue adelante o denúncialo», «Deberías saber sobre bebés, ya que eres uno de ellos», la han defendido.
Y tú… ¿Por qué crees que la gente juzga de esta manera tras las pantallas? ¿Piensas que se trata de un comportamiento tóxico, o de algo legítimo y consecuente con la exposición de las celebridades?
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Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: