Fotos que demuestran la magia de la genética

La genética es una de las partes de la ciencia que más fascinación nos producen. ¿Cómo es posible que una abuela y su nieta, 60 años más joven, sean prácticamente idénticas? Es cierto que esto no ocurre siempre, pero lo cierto es que, cuando lo hace, es maravilloso. Hoy, para celebrar esto, os hemos traído un recopilatorio con algunas de las maravillas genéticas más locas que hemos visto esta semana.

De tal palo…

Madre e hija comparten algo más que la miopía y, como se puede apreciar en estas dos fotos entre las cuales hay más de 30 años de diferencia, la genética es capaz de, prácticamente, viajar en el tiempo.

La misma cara de picardía

Nuevamente estamos ante una foto que, a pesar de guardar una distancia de más de 30 años, está unida por la picardía en la sonrisa de un padre y un hijo que están genéticamente ligados en el tiempo y el espacio.

Indudablemente emparentados

La primera foto es de un joven en el año 2015… pero es que, la segunda, no es de su hermano gemelo, sino de su padre en los años 80.

¿Viajero en el tiempo?

El tema de los problemas en la vista es algo que, por lo visto, tiene una fuerte carga genética… pero también el tema de la sonrisa y del brillo en la cara. Si es que parece la misma persona viajando en el tiempo.

 

No puede ser que sean dos personas diferentes…

Pero es que son dos personas completamente diferentes, aunque muy relacionadas: son un padre y su hijo a la misma edad… ¡pero con 30 años de diferencia!

Un siglo de por medio

La primera foto es de una joven en el 2021… pero es que, la segunda, es de su tatarabuela en el año 1920… ¡Y son clavadas!

Las sobrinas como nexo de unión

La primera foto es de un señor con su nieta en los años 80… pero es que, la segunda, es de su hijo, también con su sobrina; les quitamos la barba y parecen la misma persona.

 

Una cuestión de abuelos

Entre estas fotos hay bastantes décadas de diferencia, pero parece que solo haya uno de esos filtros para poner las fotos en sepia.

En el mismo lugar

Padre e hijo, como podéis ver en la foto, tienen el lunar en el mismo lugar del pliegue de la rodilla.

¿Será tu hermano de verdad?

«Siempre supe que mi hermano se parecía a nuestro padre, pero no me había dado cuenta de que era un clon hasta ahora».

A vosotros, ¿Qué os han parecido estas ‘curiosidades genéticas’? ¿Cuál es la que más os ha sorprendido? 

Si os ha gustado este artículo recordad que, más abajo, podéis disfrutar de otros que, con casi total seguridad, os resultarán igualmente entretenidos… o eso esperamos, porque la verdad es que los hemos hecho con mucho cariño.



Fuente: Brightside.

Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: