‘MasterChef’ ha vuelto después de una semana de vacío y, como habréis visto anoche, la cosa no podría haber estado más tensa. Estar en una cocina compitiendo contra tanta gente no es la cosa más relajante del mundo, pero lo cierto es que, en ocasiones, las tensiones llegan a niveles estratosféricos.
Los momentos más tensos, por lo general, llegan cuando los concursantes tienen que enfrentarse al veredicto de los jueces; ahí es cuando la cosa suele complicarse más de la cuenta. Si estos se ponen muy duros, lo más probable es que salten chispas, sobre todo con los concursantes más rebeldes (que en cada edición hay uno como mínimo).
Un plato al gusto de nadie
Ayer, en el último episodio del programa, Vero se presentó a la prueba de eliminación con un plato que no gustó nada al jurado: una propuesta de bacalao que dejó muy, pero que muy fríos a Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera.
Cruz criticó que la guardia civil apostase por un plato que, según su criterio, no dominaba en absoluto. «Intentáis hacer como un muestrario de elaboraciones en un plato, pero tienen que casar entre ellas», señaló Vallejo-Nágera.
Momento de máxima tensión
Esta crítica no sentó nada bien a Vero y esto pudo verse perfectamente reflejado en la expresión de desacuerdo de su cara: «Me choca la cara de Vero», le espetó Jordi Cruz al percatarse de lo que estaba ocurriendo.
La concursante no tardó ni un segundo en ponerse a la defensiva: «¿Qué le pasa a mi cara? ¿No te gusta mi cara?», le cuestionó la guardia civil con hostilidad. «Me estoy enfadando. Si quieres saco las castañuelas… no me gusta lo que estoy escuchando», continuó.
«No te enfades conmigo, porque me lo estás salpicando a mí», le recriminó Jordi. «¿Alguien puede casarlo? Sí, alguien con mucho talento. En tu caso no has sabido conectarlo», zanjó ante la negativa de Vero a reconocer su error.
A vosotros, ¿qué os ha parecido esta situación? ¿Creéis que la reacción de Vero está justificada?
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Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: