Descubre el ‘sploshing’, la práctica íntima que implica mezclar comida y pasión

Cuando éramos pequeños, nuestros padres nos repetían mucho aquello de ‘con la comida no se juega’ y esto, a pesar de ser verdad en la mayoría de las ocasiones, lo cierto es que, cuando se solapa con el tema del sexo, la cosa cambia bastante… por no decir MUCHÍSIMO. Y no se trata de ninguna metáfora ni nada por el estilo; ahora lo entenderéis mejor.

Hungry Night Court GIF by Laff

¿Con la comida no se juega?

Hay verbos muy asociados al mundo de la gastronomía, pero también al del sexo: probar, lamer, morder, chupar… esto son solo unos ejemplos, pero lo cierto es que la lista es infinita. Y es que esto todavía cobra más sentido si hablamos del ‘sploshing’, el nombre con el que se conoce a las prácticas que hacen las personas que, por lo que sea, tienen una filia con el tema de mezclar el comer con las relaciones sexuales.

En esencia, este tipo de personas disfrutan y se excitan más de lo normal cuando mezclan sus dos mayores pasiones en la vida: la gastronomía y el sexo. Esta forma de fetichismo, a pesar de sonar algo extraña y exótica, lo cierto es que tiene bastante público.

Un menú muy amplio

Para entender esta tendencia únicamente debemos tener presente que, a las personas que la practican, les gusta añadir alimentos a los momentos en los que están disfrutando del placer más carnal. Suelen utilizar alimentos líquidos y semilíquidos (unas fresas con nata podrían ser perfectas), pero no temen añadir lo que sea a esta dieta tan peculiar.

Siropes de sabores, nata montada, frutas blandas, chocolate derretido (cuidado con la temperatura), mermelada, leche… pero es que también se pueden probar sabores salados con salsas como el ketchup o la mostaza; la cantidad de posibilidades es infinita y, por lo visto, el placer también lo es.

Mr Bean Eating GIF

Estas personas encuentran estimulante que, mientras están practicando el sexo, el resto de sus sentidos disfruten también del sabor, el olor y la textura de los alimentos que están masticando y frotándose por el cuerpo sin parar. Y es que esta práctica es especialmente peligrosa si te pilla un calentón mientras desayunas en el buffet libre del hotel.

Cuidado con pasarte de ‘picante’

Eso sí: este tipo de prácticas se deben practicar de forma segura y con alimentos que no supongan un peligro para nuestra salud… y es que frotarse salsa picante por los genitales puede ser algo bastante molesto (y no me preguntéis cómo lo sé).

Otra cosa que debes de tener en cuenta es que, después de que acabes con tu manjar, deberás limpiar todo el desastre que has hecho… y te aseguramos que no será poco. Las personas que hacen este tipo de prácticas, por lo general, suelen tener mudas de cama negras específicas para este tipo de situaciones. Y es que vas a acabar como si te hubieses emborrachado en la fábrica de chocolate de Charlie.

A vosotros, ¿qué os ha parecido esta práctica? ¿Conocéis a algún ‘amigo’ que la practique? 

Si os ha gustado este artículo recordad que, más abajo, podéis disfrutar de otros que, con casi total seguridad, os resultarán igualmente entretenidos… o eso esperamos, porque la verdad es que los hemos hecho con mucho cariño.

Fuente: 20 minutos.

Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: