Susana García cuenta cómo fue en realidad su último rosco en ‘Pasapalabra’

Corría el 11 de junio de 2015 cuando Susana García, una de las mejores concursantes de ‘Pasapalabra’ que se recuerden, conseguía alzarse con el bote de 450.000 euros que ofrecía el programa. Desde entonces, a pesar de que han pasado ya seis años y un montón de concursantes por el rosco final, ninguna mujer ha podido hacerse con el premio.

La salmantina, licenciada en Traducción e Interpretación, fue una de las concursantes más rápidas de la historia del programa, consiguiendo llevarse así el segundo premio más alto obtenido por una mujer, solo por detrás de Paz Herrera, quien se llevó 1,3 millones en su edición.

Hagamos un poco de memoria

En una reciente entrevista para El Confidencial, Susana ha hecho memoria y ha recordado cómo fue toda aquella experiencia, centrándose especialmente en la última palabra de su rosco, la que le permitió ganar casi medio millón de euros.

“En la última pregunta tenía una sola opción de respuesta. La definición era ‘Cercado de estacas altas entretejidas con ramas largas’ y yo dije ‘seto’. En ese momento cortaron y me dijeron que la respuesta no era correcta”, recordaba la exconcursante.

Se pararon las máquinas

Pero, como bien es sabido, cuando el equipo de ‘Pasapalabra’ tiene alguna duda con una respuesta, para el programa y analiza la situación en profundidad: «el equipo suele paralizar la grabación para comprobar algunas de las respuestas y aquel día las comprobaciones se alargaron durante media hora”, confesaba.

Eso sí, la larga espera mereció la pena: “Cuando retomamos la grabación, repetí la respuesta, y me la dieron por válida. No me lo podía creer. Fue todo un subidón”, rememoraba con entusiasmo.

Lejos de ser millonaria

Susana explicó también que el premio la sumió en un estado de euforia, pero que, a pesar de ser un premio relativamente alto, hay que tener en cuenta todos los impuestos que se pagan y que, en cierta forma, tampoco estamos hablando de un bote que sea una millonada.

«El premio se queda en la mitad porque hay que pagar a Hacienda. Aun así es todo un regalazo. Yo tengo tres hijos, así que por lo menos el colegio es una cosa de la que ya no tendré que preocuparme. Un bote así no te cambia la vida», reconocía.

De momento y según contó en su entrevista, casi no ha tocado nada del bote, ya que lo reserva para la educación de sus hijos. Eso sí, algún caprichito sí se ha dado, como un viaje a Italia y alguna que otra escapadita, pero nada de ‘vida de millonarios’.

Por lo demás, ella es muy precavida con el dinero: “Hay que ser previsor porque, a veces, la vida viene mal nada y 200.000 euros no te permiten dejar de trabajar. A mí el bote de Pasapalabra me ha dado una tranquilidad muy grande”, zanjaba.

A vosotros, ¿qué os ha parecido la historia de Susana? ¿Qué habríais hecho vosotros con ese dinero? 

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Fuente: El Huffpost.

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