El surrealista motivo por el que la Guardia Civil ha detenido a un hombre

Actualmente, la mayoría de las tarifas telefónicas nos permiten hacer ‘llamadas ilimitadas’ por un precio fijo, de tal forma que podemos llamar todo lo que queramos sin tener que pagar un extra.

Esto puede llevarnos a pensar que podemos ‘llamar sin limites’ de gratis… pero, en ocasiones, puede que paguemos un alto e inesperado precio. Y eso es lo que le pasó al protagonista de nuestra historia de hoy.

Hace unos días, la Guardia Civil detenía a un hombre por un presunto delito de desobediencia grave después de que llamase de forma compulsiva al 062 para increpar a los operadores y a todo el servicio de emergencias.

Esto, que escrito así suena tan ‘formal’, se traduce en una de esas historias que parecen el principio de una película de los hermanos Coen y que pasaremos a contaros a continuación.

Todo esto ocurrió el jueves de la semana pasada y, según recoge el informe del Instituto Armado, el problema comenzó cuando un hombre que, supuestamente, se encontraba en S’Arenal de Llucmajor, empezó a llamar al 062, dirigiéndose de forma muy hostil a los operadores que le contestaban.

Por lo visto, esta situación se prolongó durante unas cuantas horas hasta el punto de que desde el Centro Operativo Complejo (COC) se mandó una patrulla a casa de este individuo para advertirle de que tenía que dejar de llamar de forma inmediata a ese número, ya que este estaba reservado solo para emergencias y él podía estar perjudicando la línea.

Último aviso

Una vez dejada la advertencia, la patrulla abandonó el domicilio… pero la cosa no mejoró: minutos después, el hombre ya estaba llamando de nuevo, en esta ocasión con más insistencia.

Así estuvieron durante un tiempo más hasta que, finalmente, la patrulla de los agentes de seguridad que se habían personado en su domicilio horas antes tuvo que volver al mismo, en esta ocasión para darle un último aviso antes de poner una denuncia.

No había manera

En total, el hombre llegó a llamar 54 veces antes de que lo detuviesen… y es que no les quedó más remedio: cuando se personaron en su casa por segunda vez, el hombre comenzó a increpar a los agentes, por lo que estos no tuvieron más remedio que ponerle las esposas y trasladarlo a las dependencias de la Guardia Civil, donde se le ha interpuesto una denuncia por desobediencia grave.

De momento, no se sabe cómo avanza el caso, pero lo que está claro es que este hombre le saca partido a su tarifa telefónica… aunque con bastante poco criterio, la verdad. Esperemos que haya sabido utilizar la llamada que tenía por derecho al haber sido detenido.

A vosotros, ¿qué os ha parecido este caso? ¿Alguna vez habíais escuchado algo así? 

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Fuente: El Huffpost.

Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: