Personas que necesitan cambiar urgentemente de estilista

Ir a la peluquería no es ninguna tontería. Por lo general, cuando nos sentamos en la silla del peluquero y escuchamos la pregunta de «cómo quieres que te lo corte», lo normal es que un montón de dudas e inseguridades acudan a nuestra cabeza. Y es que la respuesta que demos condicionará, al menos durante un tiempo, el aspecto que proyectaremos al resto del mundo.

Hoy, sin embargo, os traemos algunos ejemplos de personas que, por lo visto, no se preocuparon demasiado de lo que les hacían en el pelo y, de hecho, decidieron optar por cortes bastante más… ‘innovadores’, por decirlo de alguna forma. Ahora lo entenderéis mejor.

Todo en uno

Lo típico de que vas a la peluquería y no sabes cómo quieres cortarte el pelo y optas por la opción ‘un poco de todo’: largo, corto, rizado y alisado; todo en uno.

Para ejercitar el cuello

Llevar algo así en la cabeza tiene que pesar un montonazo, eso si no está escondiendo nada dentro, que fácilmente podría llevar ahí un saco de patatas.

Otro que no se decidía

Cuando le pillas mucho cariño a tu flequillo, pero quieres cortarte el pelo bastante corto, siempre puede optar por esta opción. Tú no le hagas caso a las críticas.

Agarrarse a un clavo ardiendo

Quedarse calvo es un proceso que puede llegar a ser bastante duro, sobre todo cuando te gusta hacerte coletas. Si algo está claro, es que este hombre está aprovechando hasta su último segundo de pelo. No lo culpo por ello.

No tiene precio

A pesar de parece un código de barras, lo cierto es que el corte de pelo de este hombre no tiene precio (por suerte o por desgracia).

Cuidado con saltar

Como pegues un salto demasiado fuerte, puede que te quedes clavada en el techo… y a ver cómo te bajan después. Un peinado demasiado peligroso. Cuidado con los ojos.

¿Odias las patillas?

Con este flequillo puede que te quites esa ‘molestia’ para siempre, y así también es más fácil ponerse luego las gafas, ya que no hay fricción con nada.

 

Sin salirse de la raya

Este peluquero ha demostrado una impresionante habilidad de corte y un pulso extraordinario… otra cosa es que el peinado en sí se pueda prestar a debate; eso ya es cosa vuestra.

Va tocando asumirlo

Quedarse clavo, como decíamos antes, es bastante duro… pero lo mejor es asumirlo y no llegar a este tipo de extremos. Imagínate que te da un golpe de viento; qué desastre sería.

¿No quieres ir a la peluquería?

Pues lo único que necesitas es ponerte una ensaladera en la cabeza y cortar por los lados; poco más.

A vosotros, ¿qué os han parecido estos cortes de pelo? Si tuvieseis que elegir uno sí o sí, ¿Cuál elegiríais? 

Si os ha gustado este artículo recordad que, más abajo, podéis disfrutar de otros que, con casi total seguridad, os resultarán igualmente entretenidos… o eso esperamos, porque la verdad es que los hemos hecho con mucho cariño.



Fuente: Difundir.

Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: