De Gran Hermano han salido todo tipo de personajes. Los hay que todavía siguen activos en televisión y también hay algunos que, después de dejarnos momentos y frases memorables, han desaparecido bastante del ojo público.
Una de sus concursantes más notables (y con ello nos referimos a que se hacía notar) fue Bea que ya antes de entrar al programa prometía dar guerra. Mujer legionaria, preparando oposiciones, con motes como “La novia de la muerte” o “Güendolina” y que vivía con sus padres, es decir, una bomba de relojería.
Obviamente, demostró ser una persona disciplinada y, dentro de la casa de Guadalix, no aguantaba ni un grito que no fuese suyo con lo cual protagonizó muchas broncas junto a sus compañeros. Pese a eso, aguantó 67 días en la casa y la abandonó quedando quinta después de ser nominada dos veces.
“Si yo quiero tirarme un pedo aquí, me lo tiro; y si me lo quiero tirar aquí, me lo tiro”.
Su irregular paso por la TV
Después de eso, su popularidad bajó mucho y no la vimos hasta 2010 (tres años más tarde) cuando concursó en el reencuentro con Nicky (otro compañero de su edición), pero fue expulsada por motivos disciplinarios en solo 16 días. Esa breve aparición en televisión le valió para participar también en Supervivientes ese mismo año, pero a la segunda semana fue expulsada por la audiencia.
Desde entonces se mantuvo en el anonimato más allá de una breve aparición en La Noria y, más adelante, en Sálvame diario.
Su desencuentro con ‘Cámbiame’
Pero, recientemente, ha vuelto a aparecer en el programa ‘Cámbiame’ donde ha explicado un poco lo que había sido de su vida, al mismo tiempo que se sometía a un cambio de look.
Allí ha contado cómo su hijo le cambió la vida y como, al verlo implicado en los focos y los platós, optó por apartarse de las luces y vivir su vida en el anonimato trabajando como camarera. Pero creyó que su estilismo necesitaba un giro y por eso se presentó al programa.
La única condición que puso Bea fue que no le tocaran el pelo porque era algo muy importante para ella. Pero Pelayo no se corta un pelo y entre los dos vivieron unos momentos realmente tensos con las tijeras en la mano. Aunque Bea, finalmente, hizo caso al especialista en moda.
Para conocerla un poco mejor, el programa visitó su casa y allí descubrieron dos armarios enormes llenos de ropa de la legionaria. Ella misma reconoce que los zapatos la vuelven loca y que tiene un total de 136 pares.
Pelayo se ha quedado a cuadros, no solo por la cantidad de zapatos, sino por lo mal organizados que estaban y, en general, lo desastrosa que ha demostrado ser esta participante VIP de ‘Cámbiame’.
Un resultado que no dejó contento a nadie
Finalmente, el resultado es este que estáis viendo, basándose en un sencillo vestido de color ocre y enfatizando en el corte de pelo. Según él, ha querido dulcificar su imagen con un look limpio y sin prints que fuera fácil de ver.
Aunque en el momento no lo reconoció, Bea reveló unos días más tarde que estaba muy descontenta con el cambio y que, pese a no decir nada en plató, su cara lo decía todo.
“Pelayo sabe de moda lo mismo que yo de aviones. Nada más salir de plató me solté el pelo, me cambié de ropa y ya he regresado a lo que yo soy. A mi estilo. El cambio que me han hecho no le puede gustar a nadie en su santo juicio“.
En los últimos años, Bea (@beatriz.gonzalezricocabra) ha estado muy activa en sus redes sociales, donde ha mostrado sin complejos su apoyo al partido político VOX, y en particular a su líder, Santiago Abascal. ¿Qué le dice ella a los críticos? Pues algo muy de su estilo: “Much@s criticáis mi admiración a Santiago Abascal y vuestra opinión me la limpio por otra parte. España, siempre contigo”.
¿Qué opináis vosotrxs del cambio de Bea? Explicádnoslo en los comentarios de Facebook.
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Fuentes: elegimaldia, periodistadigital
Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: