Un cura se pone a quitarle las mascarillas a sus fieles en plena misa

Ronaldo Peña se ha convertido en el cura del momento… y no precisamente por hacer un milagro ni nada que se le parezca, sino por otra cosa bastante lamentable que, como veréis a continuación, ha dejado a todo Internet con la boca abierta de par en par.

Este señor, mientras celebraba la misa del Domingo de Ramos en la parroquia San Juan Bautista de Corquín (Copán, Honduras), decidió que lo mejor era quitar las mascarillas de todos los fieles presentes en el momento de la ceremonia.

Imprudencia a golpe de ‘hostia’

«Mire, yo miro toda esta babosada, ve, mire, mierda, ve», dice el sacerdote justo en el momento en el que coge la mascarilla de una mujer, se la quita y la tira al suelo. «Si usted es feliz así. Mire yo cómo ando, ve. Quítesela, vámonos libres, descubrámonos, vaya», exclama al resto de la audiencia.

Algunos de los fieles que se congregan a su alrededor hacen caso y deciden retirarse la mascarilla: «Si es que la muerte nos va a llegar de cualquier forma», grita alguien desde el fondo de la multitud mientras las personas se van agrupando alrededor del párroco.

Ni una mascarilla en pie

«Ay, Dios mío bendito, qué vergüenza, mano. Tener que ir hasta allá; cómo es posible, un hombre de Dios», exclama Peña antes de dirigirse a otro hombre que estaba más apartado para quitarle también la mascarilla y arrojarla al suelo: «a la mierda, ve», exclama el cura ante la risa de los presentes.

«Solo era una broma»

Este vídeo se viralizó rápidamente en las redes sociales y, ante la indignación de la mayoría de usuarios, el cura tuvo que salir a dar unas explicaciones a los medios locales: «Es una forma de bromear cuando estoy predicando», se justificaba. «Cuando estoy predicando, yo bromeo con la gente también. Aquí en Corquín hubo actividades todo el día», señaló sin dejar demasiado claro (por no decir nada), qué clase de juego era quitarle a la gente la mascarilla con la que se estaba protegiendo de una pandemia.

Para finalizar, el cura dejó claro que él, supuestamente, acostumbraba a llevar mascarilla ‘menos mientras dormía o comía’, según se aventuró a bromear: «Es una forma mía de intercomunicación con la gente, pero nunca les aconsejo que se la quiten», sentenció. En Honduras, hasta el momento, la pandemia ha acabado con la vida de más de 4.500 personas, por lo que no sé yo si es como para permitirse hacer estas ‘bromas’ al respecto.

A vosotros, ¿qué os ha parecido todo esto? ¿Creéis que este ataque a la salud pública se puede considerar como ‘una broma’? 

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Fuente: RT.

Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: