Encontrarse a personas altruistas que te hagan un favor sin pedir nada a cambio es complicado y, aunque hay ocasiones en que podemos encontrarnos con un buen samaritano, lo cierto es que a diario se producen situaciones vergonzosas de personas intentándose aprovechar de otra gente.
A continuación, veremos un caso de una mujer que perdió su documento de identidad en las calles de La Pampa, Argentina. Lo primero que hizo fue iniciar todo el proceso para la renovación, pero de repente una persona contactó con ella diciéndole que tenÃa su DNI y, por un momento, ella pensó que habÃa tenido mucha suerte aunque después vio que estaba hablando con un sinvergüenza.
La conversación empezaba de la peor manera posible ya que, sin mostrar ningún tipo de prueba, el tipo comenzó pidiendo algo a cambio del documento de identidad.
El toma y daca seguÃa adelante pero sin que la conversación avanzase hacia ningún sitio ya que ni él querÃa mostrar el documento (que cada vez estaba más claro que no lo tenÃa) ni ella estaba dispuesta a ceder al chantaje.
Viendo que la mujer no compraba su chantaje de niño de 3 años, el tipo mostró sus cartas y, como muchos pensábamos, solo buscaba sexo.
Ella dijo que estaba casada que, más allá de ser cierto o no, era solo una excusa para pasar rápidamente por encima de su deplorable comentario. Además de no dar coba a estas actitudes, la verdad es que no sabemos quién venderÃa su cuerpo por un DNI cuando es más sencillo simplemente renovarlo y denunciar a este ser asqueroso.
El hombre le dijo entonces que venderÃa el DNI, pero la mujer ya no le seguÃa el rollo e hizo caso omiso a todo lo que le decÃa.
Finalmente, la mujer optó por cerrar la conversación diciéndole al hombre que, ya que iba a comisarÃa para renovar el DNI, podÃa realizar fácilmente la denuncia que le corresponde a él por chantajista.
Si os ha gustado este artÃculo recordad que, más abajo, podéis disfrutar de otros que, con casi total seguridad, os resultarán igualmente entretenidos… o eso esperamos, porque la verdad es que los hemos hecho con mucho cariño.