La pandemia ha cambiado por completo nuestra forma de entender la vida en nuestras casas. Antes, por lo general, entendíamos estos espacios como una especie de limbo entre el dormir y nuestro lugar de trabajo. Pero, con la introducción generalizada del teletrabajo, esto ha cambiado por completo.
Descubriendo nuestra guarida
Empezamos a pasar muchas horas en casa y ello comportó adquirir una serie de hábitos nuevos y, sobre todo, el descubrimiento de rutinas y conductas por parte de nuestros vecinos.
Antes no estábamos en todo el día en casa y no sabíamos qué hacía el del cuarto por la mañana… pero, con el confinamiento, no podíamos evitarlo. Y fue entonces cuando empezaron a surgir algunos problemas derivados de las nuevas rutinas, y la historia que os traemos hoy es un buen ejemplo de ello.
Las inevitables disputas vecinales
Ya os hemos comentado anteriormente algunas de las disputas entre vecinos más sonadas de estos últimos meses. Los ruidos suelen ser los principales protagonistas de estos conflictos, pero es que la historia de hoy le añade a esto, además, algo de ‘picante’.
La carta que veréis a continuación fue vista en un vecindario de Brisbane (Australia) y, después de leerla, entenderéis perfectamente el motivo por el que se ha hecho viral.
La carta, en teoría, está redactada por varios vecinos que se han unido con un solo objetivo: hacer que una de las vecinas deje de hacer tanto ruido a la hora de mantener relaciones sexuales, y pidiéndole que tenga un poco más de consideración con el resto de personas que viven a su edificio.
¿Es que nadie piensa en los niños?
“Estáis mostrando muy poco respeto por las personas que viven a vuestro alrededor y que tienen hijos pequeños que están traumatizados por esos ruidos. Podemos escuchar cada palabra que decís. ¿Podéis bajar el volumen, por favor?. Y por favor, cerrad las ventanas cuando tengáis relaciones sexuales porque no resulta para nada sexy”… ¿Cómo es posible que se escuche tanto? ¿Lo hace con un altavoz pegado en la boca? ¿Tiene las paredes de papel?
En la carta también amenazan a la mujer con llamar a las autoridades de control de ruido y con publicar el caso y su dirección en grupos de Facebook de gente de la zona, todo con la intención de que sientan vergüenza de lo que están haciendo.
Pero es que el giro más inesperado estaba todavía por llegar. La carta, después de explicar el posible trauma que pueden sufrir los niños por estos ruidos, aclara que, además, en el edificio viven unos ‘adictos al sexo en recuperación’… y que les están poniendo las cosas muy difíciles.
“Hay algunos adictos al sexo en recuperación que viven en los pisos de tu lado que apreciarían que mantuvieras tus prácticas sexuales en privado, como lo hacen las personas respetuosas normales”. Y lo peor es que no es broma.
El mensaje se viralizó muchísimo en Reddit y la cosa llegó hasta tal punto que los usuarios consiguieron hacerse eco de la respuesta de la vecina quien, por lo visto, pidió disculpas a los afectados y se comprometió a bajar los decibelios. Eso sí, dejó claro que le habría gustado una advertencia menos hostil y viral.
A vosotros, ¿qué os ha parecido todo esto? ¿Conocéis a alguien que le haya pasado algo parecido?
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Fuente: La Vanguardia.
Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: