Katie Loveridge es una mujer inglesa de 27 años que ha contado el calvario que le ha supuesto heredar una fortuna cuando tan solo tenía seis años. Básicamente, le ha arruinado la vida… No perdáis detalle de su historia.
A los seis años de edad, Katie recibió la herencia de Wilfred Lamb, un hombre que falleció a los 72 años y con el que tenía una relación muy especial, ya que era muy buen amigo de su padre. Tras la muerte de Lamb, ella heredó 250.000 libras (lo que vienen siendo casi 300.000 euros) y una propiedad.
Esto, que podría parecer una suerte, le ha supuesto un auténtico infierno que preferiría no haber vivido. «Yo era una niña pequeña que nunca pidió nada. Sinceramente, preferiría no haber heredado nada porque el dolor no ha merecido la pena«, dice ella.
Se vieron en el juzgado
Lamb había desheredado a su familia, lo que dio inicio a un duro enfrentamiento entre las familias por hacerse con la herencia. Como suele ocurrir en los casos en que no hay consenso, empezó una batalla judicial y, además, hubo periodistas que persiguieron a la familia y fueron apareciendo personas que afirmaban ser amigos del fallecido.
La hija de Lamb acusaba a los padres de Katie de haber manipulado a su padre para cambiar el testamento, y cinco años después, el Tribunal Supremo sentenció que el testamento era válido porque expresaba la voluntad real de Lamb.
Incluso empezó a circular el rumor de que Katie habría sido víctima de un abuso, algo que la joven ha negado siempre y le ha acabado afectando.
«Lo quería como a un abuelo y él me quería como a una nieta. Sinceramente, desearía no haber heredado nada«, dice ella.
Por interés te quiero Andrés
Además, actualmente la gente se sigue dirigiendo a ella para pedirle dinero por la calle e incluso ha tenido parejas que le han cogido dinero del bolso.
«Todavía recibo llamadas y mensajes de personas que me piden dinero. Son las mismas personas que lo acusan de abusarme y está mal porque ni siquiera está vivo para defenderse«, asegura Katie.
Solo quiere vivir
«Para cualquiera que lea esto, por favor no me juzgue. No he hecho nada malo y solo quiero vivir una vida como cualquier otra persona y cuidar de mi familia. Creedme cuando digo que el dinero no compra la felicidad«, cuenta la joven a los medios.
Y es que todo este sufrimiento ha ido haciendo mella en Katie. «No sé lo que es una vida normal y esto me ha torturado. La herencia no valía la pena porque me ha quitado una gran parte de mi vida«.
Si os ha gustado este artículo recordad que, más abajo, podéis disfrutar de otros que, con casi total seguridad, os resultarán igualmente entretenidos… o eso esperamos, porque la verdad es que los hemos hecho con mucho cariño.
Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: