En algunas ocasiones muchos nos hemos sorprendido al ver que otras personas se interesan más por nosotros a nivel romántico y afectivo cuando estamos en una relación. Y lo mismo pasa al revés; por algún motivo nos sentimos atraídos por personas que tienen pareja. ¿A qué se debe esto?
Obviamente, en muchos casos es el cerebro jugándonos una mala pasada. Creer que despertamos más interés en los otros cuando tenemos pareja tiene algo de falacia, ya que puede que se trate de nuestra propia consciencia intentando que veamos lo que “perdemos” por el hecho de estar con alguien, cuando en realidad somos la misma persona y tenemos la misma capacidad de gustar. Pero, en ocasiones, esta afirmación puede tener algo de cierto y, a continuación, os contamos los motivos.
Nos atrae lo difícil
Los humanos no sabemos gestionar nuestras frustraciones y, a veces, un amor platónico e imposible se nos hace más deseable. Con lo cual las personas con pareja nos atraen precisamente por eso, por el hecho de que salir con ellas suele ser poco probable.
Además, también tiene algo de relación con nuestro sistema económico y nuestra forma de entender la sociedad. De hecho, desde la revista Medium proponen el siguiente ejemplo que, aunque es muy frío, lo cierto es que ejemplifica lo que les sucede a personas con una mentalidad poco sana en cuanto a “conseguir” tener una pareja.
El amor y el libre mercado
“En un mercado libre capitalista, la oferta y la demanda, generalmente, determinan el precio de los bienes y servicios. En términos generales, cuanto mayor es la oferta y menor es la demanda, más barato es el producto. Es por eso que los productos o servicios que son escasos se valoran más y tienen un precio más alto”.
Como hemos dicho, esta es una forma muy fría de verlo que solo te afecta si eres una persona que se deja guiar por la superficialidad y no se para realmente a pensar por qué alguien le gusta y cuáles son sus verdaderos sentimientos hacia esa persona.
Difícil dejarlo pasar
Aparte de eso, este tipo de comportamientos también tienen relación con el mundo de las adicciones, ya que un amor no correspondido hace que nos enganchemos a la dopamina que nos genera imaginar cómo sería esa relación inexistente.
Al final, lo importante es separar el grano de la paja y ser selectivos y reflexivos a la hora de decidir a quién le queremos dedicar nuestro tiempo y atención (y quién se lo merece) más allá de amores platónicos.
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Fuentes: codigonuevo
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