Nuestra forma de vestir, en cierta forma, nos define. Nuestra identidad se conforma de muchos elementos y, entre ellos, el estilismo que optamos por llevar en nuestro día a día es bastante relevante. No por nada la mayoría de las ‘tribus urbanas’ se definen en gran parte por llevar un determinado estilo de vestimenta.
La cuestión es que, en la sociedad en la que vivimos, cada uno debería poder vestir como más cómodo se sienta sin tener que sufrir ningún tipo de discriminación por ello… pero esto es algo que, por lo visto, la protagonista de nuestra historia de hoy conoce de primera mano, y no precisamente por algo positivo.
Un caso indignante
Una joven de 17 años de British Columbia, Canadá, se tuvo que volver a su casa después de que su maestra la sacase de clase. La docente aseguró que se ‘sentía incómoda’ con la forma de vestir de la alumna y que, además, estaba incomodando también al resto de alumnos.
La profesora la mandó a la dirección de su colegio y de ahí la mandaron a su casa. Su padre, al enterarse de lo ocurrido, se puso manos a la obra para denunciar la injusta situación de discriminación que había vivido su hija.
Su padre no daba crédito a lo ocurrido
“A Karis le dijeron que podía hacer que el resto de estudiantes se sintieran incómodos y podría hacer que su maestra se sintiera incómoda también, ya que le recordaba [el vestido que llevaba] a un atuendo de lencería. En realidad, es un atuendo muy modesto… Creo que los comentarios iniciales se basaron en el hecho de que tenía encaje”, contó Christopher Wilson, padre de la joven, al medio CBC.
Su padre también publicó un vídeo en su cuenta de Facebook en el que se mostraba muy molesto con lo ocurrido. Como podréis ver en la foto, el vestido apenas quedaba un poco por encima de las rodillas de la joven, por no decir que llevaba debajo una camiseta de manga larga que le tapaba por completo los brazos.
Su padre, como bien ha explicado en sus diversas intervenciones, ha querido exponer esta situación para que, dentro de lo posible, no se vuelva a repetir, ni con su hija ni con nadie más que se encuentre en una situación similar.
Aquí tenéis una foto del vestido:
Los estudiantes del colegio de la joven, al enterarse de la situación, también se manifestaron, tanto en redes con el lema #ImwithKaris, como presencialmente, organizando una pequeña huelga en protesta por lo ocurrido.
Y es que todo el mundo se preguntaba lo mismo: ¿de verdad se puede juzgar así la ropa de alguien en pleno siglo XXI? El tema de los códigos de vestimenta es algo que, seguramente, debería revisarse en todos los ámbitos… y lo único bueno de que pasen este tipo de cosas es que los debates se reabren.
A vosotros, ¿qué os ha parecido este nuevo caso de discriminación?
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Fuente: Upsocl.
Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: