Llegar a los 22 años es algo que suele cambiar nuestra vida por completo. Dejamos atrás la etapa ‘adolescente’ y, por lo general, a esa edad, habremos acabado nuestra carrera (en caso de hacerla) o, como mínimo, es probable que ya estemos intentando entrar al mundo profesional.
Es una época complicada y, por eso, hoy os hemos traído una lista de elementos que, llegados a ese punto, serán esenciales, por lo que es mejor ir preparados.
La importancia del instinto
Si algo descubriremos con el tiempo es que el instinto, en muchas ocasiones, es nuestro mejor consejero. Luego tocaremos el tema de los errores pero, poco a poco, empezaremos a fiarnos más de nuestra experiencia y aprendizajes, y no tanto de lo que nos dicen los demás.
Curarse toma tiempo
No nos curamos de un día para otro… y no me refiero a una herida en la rodilla. Nos van a pasar cosas que serán dolorosas y nos harán daño, pero, con el tiempo (y, a poder ser, con terapia), todo irá sanando. Recordemos que las cicatrices son la señal de que nos hemos curado.
La resiliencia lo es todo
Si nos caemos, nos volvemos a levantar. Y es que, como decía Buzz Lightyear, no se trata de volar, sino de caer con estilo.
No hagamos lo que no queremos que nos hagan
Tal vez piensas que el karma es una patraña, pero lo que sí existe es la memoria y, si hacemos cosas malas, lo más probable es que nuestro entorno nos penalice por ello. Hagamos lo que queramos que nos hagan; nada más.
Pasemos tiempo con nuestros padres
Nuestros padres (figuras paternas) son fundamentales en nuestra vida… aunque durante nuestra adolescencia no seamos conscientes de ello.
El alcohol empieza a ‘endurecerse’
El alcohol ya no nos sienta como antes… y es que, cuando empezamos a avanzar en los veintes, nuestro metabolismo se empieza a ralentizar, y eso hace que las resacas sean cada vez peores.
Selectividad con los enfados
No nos podemos enfadar por todo. Por lo general, cuando somos más jóvenes, cualquier cosa se merece nuestra atención, pero, con la edad, empezamos a valorar nuestro tiempo y, sobre todo, nuestros nervios.
La importancia del amor propio
Tenemos que querernos para que el resto nos quiera. Y es que lo único que tenemos SIEMPRE en esta vida es a nosotros mismos, por lo que tenemos que llevarnos bien y, sobre todo, valorarnos.
Rectificar, esa palabra mágica
Nos vamos a equivocar mucho a lo largo de los años… y no aprenderemos NADA DE NADA si no sabemos rectificar, aceptando nuestros errores y emprendiendo el camino correcto. Solo esos trayectos tienen un valor de aprendizaje real.
Risas entre amigos
Una reunión de amigos, chistes de la infancia y risas es algo que solo se valora de verdad con el paso del tiempo.
Dejando de lado a las amistades tóxicas
Y es que no se trata de tener muchos amigos, sino de tener los correctos. Con los años, aprenderemos a tener los amigos correctos, dejando de lado a aquellos que sean tóxicos.
Los cambios, bienvenidos
Vamos a sufrir muchos cambios a lo largo de nuestra vida, y puede que los primeros importantes lleguen sobre los 22-24 años, que es cuando muchos se graduarán y empezarán a vivir la vida adulta de verdad. Recibamos los cambios con los brazos abiertos, pero también con los ojos de par en par para poder adaptarnos a ellos sin ‘resultar heridos’.
A vosotros, ¿qué os han parecido todas estas cosas? ¿Habéis pasado por algunas de estas etapas?
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Fuente: Rolloid.
Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: