Las relaciones de pareja son tremendamente complejas. Esto, que podría sonar a obviedad, es algo que debemos tener muy presente para entender el artículo que os traemos hoy.
Y es que una pareja sana no es aquella que no se discute, sino aquella que lo hace dentro de una ‘normalidad’; dentro de un intercambio de opiniones y de una exposición de diferencias respetuosa, siempre de forma constructiva y no destructiva.
Las discusiones son normales y lo que debemos tener en cuenta es lo que se dice en dichas conversaciones. Hoy, nos centraremos en una palabra en particular a la que deberíamos tener especial cuidado: «Deberías». Y es que, como en muchos otros casos, en ocasiones, el Diablo se esconde en este tipo de expresiones.
El peligro de ‘deberías’
“En consonancia con los principios de la terapia cognitiva, los ‘debería’, generan un poder de control y una dinámica de juicios. Apuntar a alguien y decirle que ‘debería hacer X cosa’ crea energía negativa y, con el tiempo, puede ser tóxico para cualquier relación, especialmente dentro de una relación amorosa”, se explica desde el portal de psicología Psychology Today.
Y es que esta es una palabra que se puede prestar a muchos malentendidos debido a las connotaciones que puede comportar. Un ejemplo de ello podría ser si le decimos a nuestra pareja que ‘debería ser más limpia’; de esa frase, lo más probable es que nuestra pareja desprenda que no es una persona limpia, independientemente de que nos refiramos a que ‘lo sea más’.
Frases que se quedan en la cabeza
‘Debería’ es una palabra que esconde un daño importante a la identidad de la otra persona. Le estamos diciendo que su forma de ser no corresponde con lo que ‘se esperaría de ella’, y ello puede generar una cantidad inmensa de inseguridades.
Son frases que se nos quedan en la cabeza y nos hacen pensar: ¿de verdad piensas eso de mí? ¿Qué otras cosas se estará callando?
Es evidente que, cuando nos encontramos en una pelea, es muy complicado ponerse a reflexionar en cada una de las palabras que decimos, sobre todo porque los nervios hacen que seamos más explosivos y menos reflexivos… pero hay cosas que, poco a poco, podríamos cambiar.
‘Deberías’ vs ‘Me gustaría’
No es lo mismo decir “deberías” a decir “me gustaría”, y este podría ser un cambio significativo. Ya no le estaríamos diciendo a la otra persona que ‘debería’ saber cómo te sientes, sino que te ‘gustaría’ que te entendiese mejor en ‘esos temas’; son dos formas de decir lo mismo, pero quitando esa parte de expectativas, conflicto aspiracional al que se apela en la primera de las expresiones.
El ‘debería’ oculta la intencionalidad de que la otra persona se sienta culpable, y el ‘me gustaría’, expresa el deseo del emisor a que se cambien las cosas y que se llegue a un punto de acuerdo bueno para ambas partes; son dos formas de decir algo parecido, pero con cargas de significante muy diferentes.
Un precio muy alto
Y es que, dentro de las parejas (como en casi todos los aspectos en esta vida), debería ser algo que vigilemos mucho más a la hora de utilizarlo. Que decir una cosa puede parecer ‘gratis’, pero las consecuencias pueden tener un precio muy alto que, seguramente, nos podríamos ahorrar.
A vosotros, ¿qué os ha parecido todo esto? ¿Os ha pasado algo parecido con vuestras parejas?
Si os ha gustado este artículo recordad que, más abajo, podéis disfrutar de otros que, con casi total seguridad, os resultarán igualmente entretenidos… o eso esperamos, porque la verdad es que los hemos hecho con mucho cariño.
Fuente: Código Nuevo.
Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: