¿Qué pensarÃas si te dijese que existe una pequeñÃsima posibilidad de que los dinosaurios hubiesen llegado a la Luna? Lo más probable es que, tras esa frase, pensases que deberÃas dejar de consumir lo que sea que esté consumiendo e, independientemente de que tengas razón (mi médico también me lo dice), lo cierto es que esa posibilidad podrÃa no ser una locura tan flagrante como suena en un primer momento.
Lo cierto es que hay un grupo de cientÃficos que apuntan a que esta teorÃa podrÃa no ser tan descabellada, y lo cierto es que los datos a los que apuntan, desde mi completa ignorancia sobre el tema, suenan ligeramente creÃbles.
Dinosaurios espaciales
Y es que la humanidad se ha pasado siglos con una sola cuestión en la cabeza: ¿qué hay más allá de nuestra atmósfera? En 1969, por ejemplo, conseguimos poner por primera vez a hombres en la Luna y, de momento, eso es lo más lejos que hemos estado de nuestro querido y menguante planeta (dejando de lado los satélites, claro). Pero es que puede que los dinosaurios ya hubiesen puesto un pie ahà millones de años antes que nosotros (65 millones, para ser exactos).
Para entender todo esto, lo primero que tenemos que hacer es remontarnos al año 2017, momento en el que el periodista Peter Brannen publicó el libro Los Fines del Mundo, en el que se comentaba brevemente el hecho de que existÃa la posibilidad de que en la Luna hubiese presencia de fósiles de dinosaurios.
Fragmentos desprendidos del impacto
En el libro, se habla del capÃtulo en el que un asteroide del tamaño del Monte Everest impactaba contra la Tierra, extinguiendo casi toda la vida de la misma y levantando hacia el espacio fragmentos producidos por el propio impacto de la gran roca.
Estos escombros (que no habrÃan sido pocos), habrÃan vuelto en su mayorÃa a la Tierra, atraÃdos por su gravedad, y se habrÃan evaporado en la atmósfera. Pero lo que se argumenta en este capÃtulo es que existe la posibilidad de que algunos de esos fragmentos se perdiesen fuera de nuestro planeta y, como casi todo lo que nos rodea, se fuese alejando hasta, quizás, impactar con la superficie de la Luna.
Restos orgánicos espaciales
Como ya podréis deducir, algunos de estos fragmentos despedidos de nuestro planeta por el impacto estarÃan cargados de materiales orgánicos de las especies que, por desgracia para ellas, se encontraban en la zona más próxima al impacto.
La pregunta es: ¿podrÃan estos materiales orgánicos sobrevivir todo ese viaje hasta depositarse sobre la superficie de nuestro satélite?
Una posibilidad no tan lejana
«Cuando el asteroide colisionó con la Tierra abrió un agujero en la atmósfera. Donde antes habÃa aire quedó un vacÃo. Cuando la atmósfera cerró ese agujero, enormes volúmenes de la corteza terrestre fueron puestos en órbita», teoriza Brannen en su publicación.
Esto pues, se trata de una posibilidad bastante remota, pero que, en la teorÃa, podrÃa tener bastante sentido. Asà pues, si en futuras exploraciones lunares nos topamos con la cabeza de un T-Rex, no nos deberemos echar las manos a la cabeza ni llamar a Will Smith para que se suba a un caza de combate: todo tendrÃa una explicación bastante menos dramática.
A vosotros, ¿qué os ha parecido esta peculiar teorÃa cientÃfica?Â
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Fuente: VIX.