La mentira forma parte de nuestra naturaleza como seres humanos. Es un sistema de defensa que utilizamos para adaptarnos a diversas situaciones. Si no fuese por nuestra capacidad para mentir, no podríamos vivir en comunidad ni formar parte de un grupo cohesionado, ya que siempre estaríamos entrando en conflictos.
El problema llega cuando, en lugar de hablar de mentiras… hablamos de mentirosos. No es lo mismo mentir de forma puntual que mentir por sistema. Mientras que lo primero puede venir a corregir una situación concreta, lo segundo es una persona que, de forma deliberada y malintencionada, se sirve de la mentira para conseguir sus fines.
¿Cómo detectar a estos mentirosos? Hay muchas señales que podemos tener en cuenta, pero lo cierto es que ningún método es irrefutable (ni siquiera el ya mítico polígrafo). A pesar de eso, hay señales a las que sí podemos estar atentos y que nos ayudarán a hacernos una idea de lo que tenemos delante.
Hoy, repasaremos 5 frases que, según un artículo de Psychology Today, suelen ser utilizadas por los mentirosos para intentar disimular y esconder sus artimañas. Si las escuchamos, puede que debamos estar atentos.
“Eso es prácticamente todo”
Una persona convencida de su relato, por lo general, no suele utilizar frases ambiguas que luego le sirvan como ‘vía de escape’ en caso de que las pillen mintiendo. Dejar frases que insinúen que ‘igual hay más cosas’ es una forma de ‘guardarse comodines’ en caso de necesitarlos en un futuro. Lo típico de ‘no dije eso exactamente bla, bla, bla’.
“No puedes probarlo”
Esto es una falacia, ya que el hecho de que yo no pueda probar que lo que dices es mentira, no lo convierte de forma automática en una verdad. Las personas mentirosas pueden tender a pensar que sus mentiras no tienen fisuras y, caer en este tipo de frases no hace más que reforzar la idea de que, ‘puede que haya algo sospechoso, pero no tienes forma de demostrarlo’. Peligro.
“¿Qué gano yo con todo esto?”
Este tipo de mentirosos sueltan estas frases para contrarrestar los argumentos que puedas darle. Quieren probar sus propias mentiras y no tendrán compasión a la hora de rebatirte, normalmente con más mentiras. Da igual lo que respondas, ya que ellos siempre tendrán una forma de contrarrestarte con argumentos, falacias y manipulaciones.
“¿Me estás llamando mentiroso?”
La pasivo-agresividad es un clásico de los mentirosos. Si suelta esta frase, puede que la persona se haya sentido acorralada, por lo que pasará a soltar todo su arsenal, aunque te tenga que arrastrar con él. Se hará la persona más ofendida del mundo porque habrás ‘cuestionado su honor’, pero si te mantienes firme, se irán mostrando las costuras de sus mentiras.
“No me acuerdo”
Estamos hablando del último recurso. Cuando ya la partida esté ‘perdida’, el mentiroso puede tirar de una ‘supuesta falta de memoria’ para justificar las posibles lagunas en sus argumentos. Puede que la persona, en este punto, también intente restarle importancia al conjunto, llegándote incluso a tratar de ‘exagerado’. Está perdiendo y lo sabe.
A vosotros, ¿qué os han parecido estas diversas fases de la mentira? ¿Os habéis topado con algunas de estas situaciones?
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Fuente: Código Nuevo.
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