Cómo saber rápidamente si tu jefe o jefa es de es@s que no querrías tener nunca en la vida

Muchos de nosotros hemos tenido jefe en algún momento de nuestra vida y, aunque hay muchos tipos de personas, solo hay dos tipos de jefes: uno bueno o uno malo.

A menudo, cuando entramos en una empresa no sabemos cómo son las personas que nos rodean y debemos adaptarnos a lo que nos encontramos. Sin embargo, es importante estar atento a la señales que nos den para saber si nuestro nuevo jefe o jefa va a ser un hueso duro de roer y de esta forma reaccionar a tiempo o gestionar nuestro tiempo en esa empresa de la mejor forma posible.

A continuación, os mostraremos una lista con algunos “detalles” que harán que rápidamente sepáis qué tipo de comportamientos podéis esperar de vuestro/a superior:

Usa el miedo

Si en vez de reforzar positivamente usa el miedo a perder tu empleo o a ponerte unas peores condiciones para que tú trabajes como él o ella quiere, significa que esa actitud va a ser muy difícil de cambiar y, si lo hace desde un principio, es muy posible que vaya a peor conforme aumente la «confianza».

Recuerda los errores

Lo malo no es que los recuerde, sino si te los recuerda a ti. Una persona que no sabe gestionar la moral del equipo y que, en vez de intentar subirla, les dice lo mucho que se han equivocado en el pasado, nunca conseguirá tener un grupo de gente que esté dispuesta a dar lo mejor de sí en su trabajo.

No es coherente en su toma de decisiones

A todos nos quema cuando alguien nos dice cómo hacer algo mientras esa persona hace justo lo contrario, lo popularmente conocido como la ley del embudo. Pero eso en un ambiente de trabajo puede ser especialmente frustrante para los empleados haciendo que poco a poco, su iniciativa y sus ganas de trabajar disminuyan muchísimo. 

 

Nunca te alaba

Antes hablábamos del refuerzo positivo que, de hecho, consiste simplemente en saber recompensar actitudes que nos gustan. Por eso es importante que un superior sepa valorar el esfuerzo de sus empleados y, aunque hay muchas maneras de hacerlo, la forma más simple de ellas es decir «bien hecho«. Si es incapaz de hacerlo, puede que a la larga os afecte.

Solo valen sus ideas

Obviamente el jefe o jefa suele tener siempre la última la palabra, pero si te das cuenta de que tus ideas solo sirven para que se ría de ellas mientras que las suyas son las únicas que se llegan a aplicar, eso es una clara señal de su forma de actuar como superior. Puede ser incluso peor si intenta adjudicarse ideas de otros como propias.

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Fuentes: codigonuevo

Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: