Fotos que demuestran el implacable paso del tiempo

El tiempo es imparable y, sobre todo, implacable. No hay nada que resista inmutable al paso de los años, y eso, como todo en esta vida, tiene cosas buenas… y otras no tan buenas. Pero que pase el tiempo por nosotros significa que estamos vivos y eso, por lo tanto, tiene que ser motivo de celebración.

Hoy, para celebrar la vida, hemos traído unas cuantas comparaciones que nos demuestran lo relativo que es el paso del tiempo y cómo, muchas veces, resulta hasta divertido (incluso esperanzador).

¿Sabéis cuánto tiempo ha pasado entre una foto y la otra?

Un solo año ha hecho falta para que el perrete más pequeño supere a su hermano mayor… y lo que le queda por crecer.

Vigila dónde tiras las semillas

Ya sabéis que la naturaleza puede ser muy insistente… y esta sandía es la prueba de ello: le dan igual las barreras que le ponga el hombre; ella no piensa pararse ante nada.

Tatarabuela

Como puede apreciarse, han pasado unos cuantos años entre una foto y la otra, pero el parecido con su tatarabuela materna es indudable. Hay genéticas que son muy potentes, y luego está la de esta mujer.

Las inclemencias del clima

Esta columna de piedra lleva siglos recibiendo el sol de un solo lado y, como puede verse en la foto, el clima, el sol y el calor no son muy amigos del paso del tiempo. Lo mismo pasa con nuestra piel.

Juguetes de la infancia

El primer perrito es un peluche que una chica tuvo desde su infancia, hace ya casi tres décadas; el segundo peluche es del mismo modelo, pero comprado ‘nuevo’ en una tienda de segunda mano.

La maravilla de la vida

Salvaron a este gatito de las garras de la muerte y, después de unos cuantos meses de recuperación, cariños y cuidados, luce completamente diferente, mucho más sano y lleno de vida.

Cucharas ancestrales

Esta cuchara perteneció a su tatarabuela y, en el borde, puede verse cómo ha sufrido el desgaste de todas las veces que ha removido platos.

 

Dos pares de botas

Ambos pares, en un principio, eran exactamente iguales… solo que se puede apreciar que uno de los dos tiene bastante más uso. Esa era la manía de la propietaria: utilizar una hasta que ya no diese más de sí, y luego pasar a las otras. La diferencia es llamativa.

Un paso adelante en su vida

Llevaba mucho tiempo sin cepillarse los dientes por culpa de una profunda depresión. Con su recuperación, también mejoró su salud dental que, como podéis ver, está cada vez mejor.

¡No manches!

Así han evolucionado las manchas a lo largo de 8 años: cada vez las canas blancas van ganado terreno y le van aclarando la cara. ¡Si es que parece otro!

El hábito hace al monje

Esta persona se ha pasado 12 años mejorando su técnica con las artesanías de madera. Aquí podéis ver uno de sus primeros trabajos vs una de sus últimas obras de arte. Impresionante.



 

¿Veis que es más grande el cachorro?

Pues lo más impresionante de todo es que tan solo ha pasado un año entre una foto y la otra… ¿Qué pasará el año que viene?

A vosotros, ¿qué os han parecido estas comparaciones? ¿Cómo percibís el paso del tiempo? 

Si os ha gustado este artículo recordad que, más abajo, podéis disfrutar de otros que, con casi total seguridad, os resultarán igualmente entretenidos… o eso esperamos, porque la verdad es que los hemos hecho con mucho cariño.

Fuente: Genial.

Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: