Una ‘influencer’ denuncia la situación de acoso que vive con un seguidor

La profesión de ‘influencer’ es muy nueva y, por lo tanto, todavía queda mucho tiempo para poder analizar el impacto real que esta pueda tener en la vida de la gente. El nacimiento de las plataformas digitales ha permitido a mucha gente poder dedicarse a su imagen personal; a compartir ‘sus cosas’ en la red y crear una legión de fans a su alrededor que, en segundos, pueden enterarse de las últimas actualizaciones de su ídolo. Evidentemente, tanta exposición comporta también cosas negativas, y nuestra historia de hoy es el perfecto ejemplo de ello.

Alba Cantalapiedra (@albaricoque_acg), vallisoletana de 24 años, se ha convertido en una de las artistas más relevantes en las redes de nuestro país. Su talento por el dibujo le ha valido un espacio en una industria muy saturada, habiendo ya trabajando para grandes marcas como Coca-Cola. Sus obras hablan por sí solas.

Seis meses de infierno

Su estilo es muy particular, fácilmente identificable como suyo con tan solo una mirada. Ella, además, suele acompañar a sus obras con potentes reflexiones. Todo esto, le ha valido a Cantalapiedra una base de medio millón de seguidores fieles que, a pesar de que en su mayoría se comportan de forma decente, hoy veremos como uno de ellos ha pasado unas líneas que NUNCA se deberían cruzar.

En un vídeo subido por la artista hace un par de días, explica que, desde hace un tiempo, teme por su integridad física: «Todo comenzó con preguntas relativas a mi trabajo, pero luego fue a más», explica. «Empezó a escribirme con mensajes que catalogo como acoso, porque yo no estoy a gusto, ni me sienta bien leer lo que me escribe, y está lejos de ser un halago».

Invasión del espacio personal

Ella, en ese momento, decidió bloquearlo, cosa que, por lo visto, no hizo que él desistiese en sus intentos de contactar con ella. El hombre (que no es ningún chaval, según asegura la artista), se las arregló para, igualmente, dar con su información personal:

«Soy autónoma y para algunos envíos tenía que poner mi dirección en el remite». Ella cree que, con esos datos, el hombre consiguió dar con su domicilio, por lo que decidió ir a hacerle una visita. Él ya se había intentando poner en contacto con ella a través de terceras personas, por lo que Alba ya estaba sobre aviso de que esta persona estaba haciendo lo posible por dar con ella.

«yo no estaba esperando ningún paquete»

El acosador se hizo pasar por un repartidor y, sobre las 8 de la noche, picó el telefonillo de Alba. Fue su pareja la que se levantó a contestar y ella, asustada, fue a esconderse al lavabo, ya que se ‘olía’, por todos los antecedentes, que podía ser el acosador: «yo no estaba esperando ningún paquete».

Después de que su novio despachase al hombre, ambos fueron a comisaría a poner una denuncia: «Estamos hablando de un tipo que ha recorrido 400 km en pleno estado de pandemia y se ha presentado en mi casa».

Las autoridades no ayudaron en NADA

De camino a las autoridades, su pareja creyó reconocer por la calle al hombre, por lo que lo siguió y, al cruzarse con él, le hizo una advertencia: «mi novio le pidió educadamente que dejase de molestarme».

Ella, aterrorizada, pidió a una amiga que la acompañase a hacer la denuncia, pero, al parecer, la policía no pudo aceptarla porque, supuestamente, no se había cometido ‘ninguna ilegalidad’. Las autoridades, al parecer, también le hicieron preguntas ‘impertinentes’: «¿Qué más da el tipo de dibujos que hago?».

estaba aterrorizada

Al día siguiente, su pareja se tuvo que marchar y ella contactó con la misma amiga que la había acompañado a poner la denuncia: «estaba aterrorizada y no quería quedarme sola». Ese mismo día, siguiendo el patrón del día anterior, el hombre volvió a acudir a su casa… solo que, ahora, ella sí pudo llamar a la policía. «En ese momento sí me dejaron hacer la denuncia», explicaba la afectada.

 

Pero su infierno no acababa ahí. Aquí os dejamos el vídeo para que podáis escuchar toda la historia. Como os podéis imaginar, los daños psicológicos que ha sufrido son gravísimos… y es que seis meses de acoso por redes y un reiterado acoso físico no pasan en balde. ¿Cómo recupera ella la normalidad de su vida? No somos conscientes del daño que se puede hacer a través de las redes…

A vosotros, ¿Qué os ha parecido esta historia? 

Si os ha gustado este artículo recordad que, más abajo, podéis disfrutar de otros que, con casi total seguridad, os resultarán igualmente entretenidos… o eso esperamos, porque la verdad es que los hemos hecho con mucho cariño.

Fuente: Flooxnow.

Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: