Internet es un lugar maravilloso. Ya no es solo que ha permitido que todos estemos conectados, es que nos ha abierto un mundo completamente diferente. Evidentemente, no todo es perfecto. Todo tiene una contrapartida y, de la misma forma que Internet nos mantiene informados, también es una gran herramienta para desinformar y manipular.
Pero hoy nos queremos quedar con la parte más positiva de todo este asunto: las impresionantes historias que podemos descubrir navegando por la red.
¿Qué pasarÃa si estáis trabajando en el servicio de atención telefónica del 911 (emergencias) y os llaman para pediros una pizza? Probablemente, la mayorÃa de nosotros colgarÃa pensando que se trata de una broma… pero ¿y si hay algo oculto detrás? Eso fue lo que pensó el protagonista de nuestra historia de hoy, Tim Teneyck.
Aquà os dejamos el vÃdeo de la historia:
Tim recibió la llamada de una mujer que le pedÃa una pizza, como si se tratase de una pizzerÃa y no del servicio de urgencias de los Estados Unidos.
Al principio, él pensó que se trataba de un error o de una broma y se lo hizo sabes a la mujer «este no es el número para pedir una pizza», le hizo saber. Pero, ante la insistencia de la mujer, Tim se dio cuenta de que, en realidad, le estaba pidiendo ayuda.
Le preguntó a la mujer si necesitaba asistencia médica y alertó a la policÃa, no sin antes pedir que no pusiesen las sirenas para no alertar al agresor que mantenÃa retenida a la mujer.
Los agentes de la ley llegaron y arrestaron con éxito a Simon López, un hombre de 56 años de edad que, presuntamente, mientras se encontraba ebrio, habÃa golpeado y empujado a la madre de la mujer que habÃa realizado la llamada.
A vosotros, ¿qué os ha parecido esta historia? ¿Qué habrÃais hecho en caso de haber atendido esa llamada? Dejádnoslo en los comentarios.Â
Si os ha gustado este artÃculo recordad que, más abajo, podéis disfrutar de otros que, con casi total seguridad, os resultarán igualmente entretenidos… o eso esperamos, porque la verdad es que los hemos hecho con mucho cariño.
Fuente: Mi Brújula.