Carlos Sobera no tiene descanso en lo que a solteros que buscan el amor se refiere. First Dates no tiene descanso ni un solo dÃa, y es que el amor es muy complejo como para darle un solo descanso a Cupido. Después de más de 800 programas, el formato sigue sorprendiéndonos con citas de lo más alocadas y descabelladas. ¿Queréis que os presentemos a uno nuevo? No tenéis más que pedirlo.
La protagonista de nuestra historia de hoy es Isabel, una madrileña de 37 años dedicada al mundo del comercio que ya habÃa pasado por el programa: «La otra vez no cuajó, aunque sà que se cuidaba. Yo busco a un chico grande, que me dé caña y que se cuide y haga deporte».
La otra parte de la cita estaba formada por José, quien era bastante más diferente a Isabel: «Cuando estoy deprimido me pongo ‘Forrest Gump’ porque es una pelÃcula muy larga, también tiene su punto triste… Entonces o me vengo abajo o me animo con esa pelÃcula».
Él era un militar de Zaragoza de 34 años que, de entrada, parecÃa tener una visión bastante superficial de las relaciones de pareja: «muy tranquilo cuando la vi, porque vi que era guapa».
Cuando se conocieron en la barra, ya pudimos ver que la cosa no saldrÃa bien. Él estaba muy nervioso, y esto chocaba con la brutal seguridad que mostraba ella: «La verdad es que estoy de los nervioso», confesaba el bueno de José, a lo que Isabel respondÃa de forma contundente (y entre risas): «Te puedo pegar un par de hostias que ya verás como se te pasan»… guau.
La cena, la verdad, transcurrió de forma bastante amena: hablan con bastante naturalidad, pero ella evidenciaba en su mirada que habÃa muchas cosas que no le convencÃan: «Aunque me gusta su aspecto, me parece que le falta madurez. Le veo un poco niño todavÃa».
Isabel era una ‘bestia’ y no paraba de soltar comentarios de lo más locos. Cuando, por ejemplo, él le dijo que estaba a punto de cumplir 35, ella no pudo reprimirse lo que todos pensamos en ese preciso momento: «Por el culo te la hinco».
Él también veÃa que la cosa no acababa de encajar con su personalidad: «Es muy lanzada, muy directa, sin tabús…La verdad que no estoy acostumbrado a algo asû.
La cena no acabó aquà y aún habÃa mucha tela que cortar. Ambos comensales se llevaban bien en la mesa, pero como si fuesen dos amigos pasándose lo bien, no como una potencial pareja sentimental.
En un momento determinado, ella le preguntó a José si, alguna vez, habÃa tenido fantasÃas sexuales con algún compañero de su cuartel, a lo que él respondió de forma bastante cortada, recordando que era muy conservador en el tema del sexo.
Ella, a estas alturas, ya lo tenÃa totalmente claro: «Es que es muy conservador en el sexo y no le veo para estar conmigo. Yo soy más moderna, más de ciudad y a ella le veo un poquito más campechano…Es un muermo total».
Al final, ninguno de los dos querÃa una segunda cita: él pensaba que ella era ‘demasiado explosiva’ para él y ella, bueno, ya os lo hemos dicho antes. Eso sÃ, ella no olvidó añadir al final que le habÃa «caÃdo muy bien».
A vosotrxs, ¿qué os ha parecido esta cita? ¿Creéis que eran tan incompatibles como ellos mismos creÃan? Dejádnoslo en los comentarios.Â
Si os ha gustado este artÃculo recordad que, más abajo, podréis disfrutar de otros que, con casi total seguridad, os resultarán igualmente entretenidos (o eso esperamos, porque la verdad es que los hemos hecho con muchÃsimo cariño).Â