En la vida, debemos ir con ojo con las cosas que hacemos. Cualquier acción, en mayor o menor medida, tiene unas consecuencias que, como mÃnimo, debemos tener en cuenta. Nada es gratis y, según como, nos podemos llevar un revés del destino que, cansado de nosotros, decida ponernos de pies en el suelo de un solo bofetón.
En lo referido al amor, la cosa puede complicarse todavÃa más. Cuando entran en juego sentimientos de ese calibre, cualquier reacción es todavÃa más exagerada e imposible de contener. Lo mejor, en ese tipo de casos, es no liarla y comportarse bien… pero no todo el mundo es tan sensato.
La historia que os traemos hoy, como ya os habréis imaginado, tiene mucho que ver con esto. Se trata de un hombre que, por ir con la mujer que no debÃa en ese momento, se ha llevado uno de los mayores sustos de toda su vida.
Era de noche y nuestro protagonista estaba llegando en su coche a un lujoso hotel en Salta, una hermosa ciudad argentina. A su lado, de copiloto, no iba otra que su amante, con quien se disponÃa a pasar una alocada noche de pasión y calor.
De forma simultánea, una de las señoras de limpieza del hotel enfermaba y en su lugar, tenÃa que venir otra mujer de remplazo. ¿Sabéis quién trabajaba en el servicio de limpieza de esa cadena de hoteles? Asà es: la suegra de nuestro protagonista. ¿Sabéis quién fue a ese hotel a hacer el remplazo? Exacto.
Asà pues, mientras el hombre, junto con su amante, entraba en el hotel, su suegra limpiaba de forma meticulosa y profesional las dependencias del mismo. Ninguno de los dos se esperaba lo que estaba a punto de ocurrir.
Según informan los medios de comunicación argentinos, hay pocos registros de situaciones similares y, después de cómo acabó todo, muchos y muchas se lo pensarán antes de volver a llevar a sus amantes a cualquier parte.
Él y ella se dirigÃan a su habitación, una suit en la parte más alta del edificio. Todo era perfecto: él habÃa reservado la dependencia varios dÃas antes y se morÃa de ganas de pasar ese ‘bonito’ rato.
Pero cuando estaba avanzando por el pasillo que daba a su habitación, alguien se le cruzó por delante y todos sus planes se vinieron abajo: su suegra, armada con una fregona, se le plantó delante.
Testimonios de lo ocurrido afirmaron que la situación fue completamente dantesca: gritos, insultos y un palo que iba y venÃa y cuyo único objetivo era la cabeza de nuestro malintencionado y desafortunado protagonista.
«Él sabÃa que trabajaba en otro hotel pero que queda en el centro, nunca se imaginó que lo iban a encontrar asû, explicaba la mujer que habÃa sido remplazada (ya que su suegra fue despedida en el acto por el encargado del hotel).
No tenemos demasiada información al respecto, pero por lo que sabemos, la cosa no acabó peor y no hubo que lamentar daños mayores (por suerte para él). Eso sÃ: él ya pudo dar por acabada su relación con la que era su pareja.
Tampoco sabes cómo se tomó la amante todo esto, pero después de ver a lo que, potencialmente, podÃa exponerse, esperamos que haya cogido sus cosas y haya salido corriendo muy, pero que muy lejos (una suegra cabreada puede ser muy peligrosa).
A vosotrxs, ¿qué os ha parecido esta historia? ¿Qué harÃais si os encontraseis a vuestra suegra en una situación similar? Dejádnoslo en los comentarios de Facebook.Â
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Fuentes: Los Andes, Ciudadano Diario.