En la saga literaria y cinematográfica de Harry Potter, pese a que cada libro trata una trama particular, hay ciertas líneas narrativas que actúan de forma transversal durante todas sus entregas. Hay algunas muy emotivas como el arco argumental de Snape o Dobby, pero, sobre todo (y como es de esperar en una saga adolescente), las tramas amorosas tienen mucho peso.
No es que Harry Potter sea una especie de Magos, brujas y viceversa como lo fue Crepúsculo para los vampiros, pero, sin duda, hay ciertas historias de amor que colaboraron en nuestra fascinación por los libros. Y entre todas ellas destaca una: la que mantienen Ron y Hermione.
Desde el principio estaba claro que, en algún momento, estarían juntos y, de hecho, terminan formando una familia (algo difícil de creer porque, teniendo en cuenta el carácter de los personajes, su relación huele a divorcio desde lejos).
Lo que no esperábamos era que durante sus idas y venidas, sus “que sí, que no, que nunca te decides, yo sé que tú me quieres y no me lo dices”, habría varias piedras en camino.
Y por piedra nos referimos, obviamente, a la bestia cuadrada que era Viktor Krum. Para los que no os acordéis a la perfección de cada paso en la trama haremos un pequeño recordatorio.
Durante El cáliz de fuego, otras escuelas acuden a Hogwarts para realizar un torneo de magos adolescentes (es decir, como la Copa Coca-Cola). Entre ellas, los miembros del instituto escandinavo Durmstrang, donde estudiaba un importante Campeón de Quidditch, concretamente el líder del equipo nacional búlgaro, Viktor Krum.
Este fue el que, en el baile que se organizó durante el torneo, le pidió a Hermione ser su pareja, despertando envidias por doquier, especialmente las de Ron, que estaba mutando de pelirrojo a moreno solo con verlos juntos.
Pero por aquel entonces, la mayoría de los actores, al menos los que hacen de adolescentes, eran solo unos niños que experimentaron un gran cambio durante y después de las películas. Solo hace falta ver cómo el joven y fallecido Cedric Diggory es, actualmente, el bello y apuesto Robert Pattinson.
Y si Viktor Krum era un fuerte, rudo y atractivo guaperas del este, ahora mismo es un bicho de cuidado con un Instagram digno de visitar (@stan_yanevski).
Desde que terminó la saga de Harry Potter (concretamente salía en El cáliz de fuego y en Las reliquias de la muerte: parte 1) ha seguido intentándolo en el mundo de la interpretación, aunque no ha formado parte de ningún proyecto de la misma envergadura que la franquicia de magos por excelencia y se ha limitado a pequeñas apariciones en algunas películas “menores”.
La verdad es que, aunque posiblemente no seríamos capaces de reconocerlo por la calle, su aspecto físico no ha cambiado tanto si tenemos en cuenta el paso de los años, pero su figura sí…
Esta más fuerte, tiene más barba y más tatuajes, pero sigue teniendo ese atractivo crudo del este ya que el actor, al igual que su personaje, también es búlgaro.
La planta y la interpretación de Stan Yanevski en El cáliz de fuego hicieron que todos rabiásemos un poco por esa pausa en la progresión de Hermione y Ron como pareja (aunque, a la larga, todo suma), pero, al mismo tiempo, comprendíamos que la joven maga hija de muggles quedase prendada (que no preñada) de esa especie de chico malo/bueno mazizorro que era (y es) Viktor Krum.
¿Os acordabais de Viktor Krum? ¿Creéis que Hermione debería haber terminado con él o pensáis que el final con Ron era obligado? Dejádnoslo en los comentarios de Facebook.
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