Entre ellas, hay personas que quieren aumentar su masa muscular de cualquier forma. Puedes optar por seguir una gran variedad de caminos y obviamente el entrenamiento es el más adecuado y recomendable, además de la dieta y de la suplementación adecuada (proteína…). Es verdad que es un camino duro e intenso, pero para ganar hay que luchar. Como todo en la vida. Pero hay personas que deciden optar por otras vías más desaconsejables y ahí es donde aparecen los efectos secundarios: nos referimos al uso de esteroides y. más concretamente, del synthol.

Pues bien; dicho esto, seguramente recordaréis cuando hace unos meses os hablamos de Kirill Tereshin, el joven ruso de 21 años que nos impactó a todos por sus «brazos de Popeye».

¿Cómo? Kirill se inyectó synthol para aumentar el tamaño de sus bíceps sin necesidad de ir al gimnasio.

Como muchos sabréis, el synthol es una sustancia que muchos fisicoculturistas utilizan para dar forma a sus músculos, pero si no se regula su uso puede ser muy peligroso para nuestra salud. Concretamente, se trata de un aceite inyectable compuesto de ácido graso y lidocaína que se inyecta directamente en los músculos con el fin de obtener mayor volumen.

El synthol tiene consecuencias muy peligrosas para la salud de aquella persona que se lo inyecte: si no tiene formación médica, puede tocar un nervio por accidente lo que podría terminar en una parálisis; infecciones y abscesos que pueden llevar a una cirugía; o, si se toca una vena o arteria, el synthol puede llegar a los pulmones o al corazón y causar la muerte.

Ahora, Kirill ha querido repetirlo pero en otra parte de su cuerpo: en sus pantorrillas. Sí, como estáis leyendo. Parece que no ha tenido suficiente con los brazacos de Popeye.

¿Cuál es su objetivo con estos implantes? El joven ruso quiere que sus pantorrillas parezcan «cohetes» (¿tendrá algo que ver Vladimir Putin?) y que sus piernas concuerden con sus brazos. Cuestión de proporcionalidad… al extremo.

Como condición para ponerle los implantes de silicona, los cirujanos le hicieron prometer que no se inyectaría synthol en las piernas… Ya veremos si lo cumple.

 

«Haré que mis pantorrillas luzcan como mis brazos. Mi arma nuclear será la más poderosa y la más grande«, afirma Kirill. Alguien se estará frotando las manos…

Kirill fue muy criticado por expertos en salud cuando se inyectó synthol en los brazos. A pesar de los riesgos que corre con ello, él tiene pensado seguir con dicha práctica. En pocas palabras, un ejemplo de lo que no hay que seguir en el deporte… Si es que lo podemos llamar así…

Ahora está entrenando y espera poder algún día superar los récords del culturismo. Una lástima que no lo haga con deportividad y respetando los valores del deporte…

¿Qué pensáis de este chico? ¿Qué le diríais en relación a esta última cirugía?  ¿Conocéis algún caso similar o que es recuerde a este chico? No dudéis en explicárnoslo en los comentarios de Facebook.

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Fuentes: thesun ladbible  musculaciontotal

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