El mundo está hecho para los supervivientes. Vivimos en una época en la que los recursos se están acabando y estamos abocados a un mundo al más puro estilo Mad Max, en el cual todo el planeta lucha por una gota de agua. Mel Gibson sigue vivo, por lo que deberéis tener cuidado. Por esto, personas como las protagonistas de nuestra historia de hoy son tan valiosas: saben sacarle brillo hasta a la basura… literalmente.
Aquà os traemos un ejemplo de autosuficiencia: esta joven, famosa en las redes sociales, se ha hecho un vestido ella misma para su graduación a base de bolsas de basura que ha dejado a todo el mundo alucinado. Se gastó poco más de 4 dólares y el resultado es impresionante. La gente que se reÃa de ella al principio… luego acabó arrepintiéndose muchÃsimo.
Amber Scholl, de 24 años de edad, se ha ganado ya una cierta reputación en las redes sociales gracias a su capacidad para transformar ‘tonterÃas’ en verdaderas obras de arte. Muchos de sus fans empezaron a decir que ella lucirÃa estupenda aunque se vistiese con bolsas de basura… por lo que decidió aceptar este ‘reto’.
El vÃdeo que ha subido la youtuber se ha hecho viral y ha recibido más de un millón de visitas en muy poco tiempo. Subió a sus redes la demoledora frase «Cuando alguien te llame basura, hazte un vestido de bolsas de basura y demuéstrale que está fabulosamente en lo cierto», junto con un link a su vÃdeo.
En el vÃdeo, que hace las veces de tutorial, puede verse, paso a paso, como hacer un genial vestido valiéndose únicamente de bolsas de basura. Con todo lujo de detalles, Amber nos explica cómo estar estupenda con muy pocos recursos.
La parte de arriba consta de un corset negro, seguido de una falda transparente decorada con un montón de rosas hechas con bolsas de basura… un modelito que fue la sensación del baile y que a la youtuber solo le tomó siete horas hacer.
El resultado final fue combinado con unos tacones de Saint Laurent y, según la autora, en esta ocasión, se «habÃa superado a ella misma» consiguiendo lo que habÃa conseguido.
En total, la autora utilizó cinta adhesiva, un vestido negro de Macy (una marca de ropa), bolsas de basura, una falda escarpada, tijeras y super glue. Nada que, potencialmente, no podamos tener por nuestra casa escondido en algún cajón.