Navidad es una de las épocas más hermosas del año. Compartimos un montón de tiempo con nuestros seres queridos y nuestros amigos; la fina nieve cae sobre nuestros tejados y pinta de blanco nuestras ciudades; pero, sobre todo, viene un señor regordete y vestido de rojo para colarse por nuestras chimeneas a dejarnos regalitos debajo de nuestro precioso e iluminado árbol de Navidad.
Es una época festiva en la que los regalos no paran de llover por todas partes. Calcetines o la última consola de Sony que ha salido al mercado. Todo vale mientras esté envuelto en papel de regalo y bien metido en una caja de cartón. Pero es que, el regalo que veréis hoy, nos ha alegrado a todxs, a pesar de que no nos afecte directamente.
Se trata de un hombre que, como regalo de Navidad, recibió el peor presente posible (para él, ya que, para nosotros, es una fuente de puro entretenimiento) por parte de su novia después de que esta lo pillase siéndole infiel. Si es que por esto es que siempre recomendamos mantener ‘el churro’ bien guardado en el pantalón… nunca aprendéis…
Cassy, mientras todos abrÃamos nuestros regalos alrededor del arbolito, habÃa preparado una hermosa sorpresa a su (ex)pareja. Era cuestión de tiempo que, esta linda pareja, que llevaba años junta, pasase a ser historia. Pero, lejos de ser algo doloroso, como ya veréis, resultó ser liberador para ella.
Cassy acababa de descubrir, unos dÃas atrás, que su novio estaba manteniendo una serie de conversaciones picantes con otra chica a través de sus redes sociales. Entró a su ordenador y vio que, en los chats de Facebook, habÃa una serie de conversaciones con otra chica.
Entonces, decidió imprimir capturas de pantalla de todos los mensajes incriminatorios que habÃa encontrado y los montó como si fuese una bonita tarjeta de Navidad, empaquetándolas en una cajita para que no levantase ningún tipo de sospechas hasta que abriese el paquete.
Lo envolvió todo en papel de regalo y lo dejó debajo del arbolito para que él, a la mañana siguiente y con toda la ilusión de alguien que está a punto de recibir un regalo de la persona ‘que más ama’, lo abriese y se ‘comiera el pastel’.